En ambas aplica pan de oro, por la influencia de Gustav Klimt, mezclando el realismo con una abstracción muy leve y el expresionismo, con lo que pretende provocar al espectador y no dejar a nadie indiferente. Su pintura la asemeja al ajedrez, resalta un elemento y el resto queda subordinado a él.
Otra tercera serie llama la atención por la vinculación a la ciudad, realizada con la técnica de grabado aguatinta y termina con un guiño al aerógrafo y acrílico.
Todas estas obras estarán expuestas en el Patio de la Casa de Cultura-Alhóndiga hasta el día 30 de abril.
Además de disfrutar de dichas obras, también es posible optar a su compra.