Con esta decisión, Fernández ha manifestado que lo que hace la presidenta regional, Dolores de Cospedal, es negar la comida a más de 16.000 niños y niñas de Castilla-La Mancha, más de 2.000 en la provincia de Ciudad Real, que no tienen posibilidad de hacer frente a los 90 euros al mes de media que supone el coste del comedor escolar.
La también diputada regional ha criticado que esa eliminación de becas para comedores escolares afectan sobre todo a las familias que están atravesando por peores situaciones, hasta el extremo de no poder garantizar una comida equilibrada a sus hijos. “Esta es la cruel realidad de las políticas de Cospedal, empobrecer cada día más a quien más lo necesita”.
En este punto, Fernández ha recordado que con el anterior Gobierno socialista en la Junta de Comunidades había 417 comedores escolares repartidos por todo el territorio de Castilla-La Mancha para dar servicio a 32.619 niños y niñas (becados el 50%) y que eran cuidados por más de 1.300 cuidadoras, cifras que en la provincia de Ciudad Real reflejaba 42 comedores escolares que beneficiaban a 4.200 niños atendidos por 150 cuidadoras.
Fernández ha hablado de casos “escalofriantes” y “espeluznantes” al citar la realidad que vive en primera persona cada mañana cuando acude a dejar a sus hijos al colegio. “Se me pone la piel de gallina cuando veo algunas situaciones familiares de gente de mi pueblo que conozco, gente que es humilde que durante muchos años han trabajado en la construcción y que ahora no tienen nada y tienen dos o tres hijos en edad escolar. Antes le llevaban al comedor escolar, pero ahora ya no pueden. Y yo me pregunto dónde comen”.
La respuesta la ha dado la propia responsable socialista, al explicar que no se puede atender a los niños que necesitan una comida porque en muchas poblaciones el único comedor escolar que existía ya ha cerrado. Este es el caso de municipios como Horcajo de los Montes, Porzuna, El Robledo, Los Cortijos o Castellar de Santiago, aunque existe una larga lista en idéntica situación.
También se da la paradoja de pueblos como Terrinches, Membrilla y Miguelturra, que con colegios escolares nuevos y finalizados siguen cerrados. O el ejemplo del comedor escolar de Almagro, que ha visto reducido su número de usuarios de los 105 niños del curso pasado a tan solo 28 en el presente, o de la capital, que de los 1.700 usuarios se ha quedado en mil, con una disminución aproximada del 40%.
La única alternativa, tal y como ha planteado Blanca Fernández, es que “si las familias tienen recursos, los niños comerán en sus casas, pero si no los tienen atravesarán graves dificultades”, algo que la secretaria de Organización del POSE ciudadrealeño ha indicado que “es tan denunciable como deleznable”.
Ante estos datos y estos casos que tienen rostro, nombres y apellidos, Fernández se ha preguntado “qué realidad y dónde vivirá la señora Cospedal cuando habla de normalidad en el inicio del curso”, al explicar que la mayoría de ciudadanos llevan a sus hijos a un colegio público, donde “tras la llegada de Cospedal tienen que pagar los libros de textos y el transporte en Secundaria no obligatoria, ya no hay comedores escolares en muchas poblaciones y los profesores están absolutamente desmotivados por los despidos, recortes y el trato que reciben de la propia Consejería de Educación”
Finalmente, Fernández ha pedido a los dirigentes del Partido Popular una profunda reflexión sobre el tipo de políticas antisociales que están llevando a cabo, al advertir de que “una sociedad decente no puede permitir que esto ocurra, y mucho menos sus gobernantes, pues tamos para responder a estas situaciones y no para empeorarlas como está haciendo Cospedal en Castilla-La Mancha”.
