La secretaria de Organización del PSOE en la provincia de Ciudad Real, Blanca Fernández, considera que la derogación de la Orden de cierre de las urgencias nocturnas es una “batalla ganada” por parte de ciudadanos, alcaldes, concejales y partidos políticos que han defendido siempre el derecho a una sanidad “digna” en las zonas rurales.
Por lo tanto, una valoración positiva para los socialistas ciudadrealeños esta marcha atrás del Gobierno de Castilla-La Mancha presidido por Dolores de Cospedal, quienes consideran que “jamás” debería haberse planteado una medida tan injusta y tan drástica para cerca de 120.000 ciudadanos de la región que se veían afectados por el cierre de 21 Puntos de Atención Continuada (PAC) en la región.
Fernández ha puntualizado que se trata de un logro parcial, pues sospecha que el Ejecutivo regional del Partido Popular “lo volverá a intentar” por otros cauces, o al menos esa es la incertidumbre que atisba. “Nos tememos que el Gobierno lo volverá a intentar por la puerta de atrás y que esto ha sido un paso atrás para coger carrerilla consciente de que la Orden de cierre de los PAC era “ilegal” y una “chapuza administrativa” con múltiples defectos de forma.
La responsable de Organización socialista ha dejado abierta la duda sobre intenciones futuras del Gobierno de Cospedal al comprobar los términos empleados por el Ejecutivo regional a la hora de suspender el cierre de las urgencias, puesto que puntualiza que lo hace ‘sin perjuicio de la ulterior necesidad de proceder a racionalizar la atención sanitaria urgente’. Y claro, Fernández añade que “ya sabemos que para Cospedal racionalizar y modernizar es cerrar”.
En este sentido, Blanca Fernández ha adelantado que desde el PSOE estarán a la expectativa y vigilantes ante cualquier movimiento, y si para ello “esperamos que se mantengan abiertas las urgencias y que Cospedal no vuelva a atacar a los habitantes de las zonas rurales”, pues ya advierte que “si la decisión de Cospedal es simulada y no es sincera, nosotros volveremos a defender con uñas y dientes las urgencias rurales de los pueblos con nuestros alcaldes, con todas nuestras fuerzas y sin descartar de ninguna manera acciones judiciales como hasta ahora”.
Lo lamentable para Fernández es ver cómo en esta tierra “hemos pasado de tener un Gobierno que defendía a Castilla-La Mancha a tener un Gobierno del que se defienden los castellano-manchegos”, y este ejemplo de las urgencias sanitarias en los pueblos es un buen ejemplo.
Ante decisiones de esta envergadura y los efectos tan dañinos que han supuesto para las poblaciones amenazadas, Fernández ha echado de menos la asunción de algún tipo de responsabilidad política por parte del consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz. “Una buena persona para asumir responsabilidades sería el señor Echániz, que con una dimisión a tiempo nos ahorraría muchos quebraderos de cabeza a los castellano-manchegos y a los responsables sanitarios de esta región”.
