El programa incluyó obras de autores contemporáneos como Siete invenciones y postludio para oboe y cello, de K. Aho (1949) o Vaie, para clarinete, oboe y cello, de L. Wennäkoski (1970). Tampoco faltaron autores de la época de Sibelius como C. Nielsen o E. Grieg, de quienes se tocaron piezas como Romanza-Humoresque o Sonata para cello, entre otras.
Todos los autores que se escucharon ayer en La Alhóndiga comparten un nexo común: su profunda vinculación con lo escénico. Algo que se pudo apreciar en el carácter lírico y fantástico de gran parte de las obras, y nos sitúa en un territorio en el que el discurso, sin dejar de ser abstracto, se construye en base a personajes, espacios o caracteres.