Este vecino de Daimiel deambulaba por las calles de la localidad y aprovechaba que los propietarios de los vehículos dejaban sus pertenencias en el interior para, con algún objeto contundente, romper algún cristal y sustraer los efectos que, en cada caso, le resultaban atractivos.
Para cometer los hechos no tenía un horario fijo, teniendo como único requisito que no hubiese testigos en el lugar y que los vehículos se encontrasen estacionados en calles poco transitadas.
Las diligencias instruidas, junto con el detenido, han sido puestas a disposición del Decanato de los Juzgados de Instrucción de Daimiel.