Se trata de una exhibición de trabajos en hierro que hablan por sí solos, ya que son esculturas llenas de vida y sensibilidad. En este sentido, el alcalde destacó la capacidad del autor para expresar arte y sentimiento, pero también su implicación en escuelas taller y casas de oficios en las que ha participado, “ha enseñado a soldadores y forjadores a proyectar su vida laboral”.
Ambrosio Velasco, que tiene ascendencia solanera, empezó como aprendiz en una fragua y tuvo un buen maestro que le enseñó a amar el hierro. “Su estructura molecular es como el barro, que te dice lo que tienes que hacer; con el tiempo conoces nuevas formas de trabajarlo y te enamoras de él. El artista cree que sólo es cuestión de tener imaginación y creatividad”.
Trabaja el acero al carbono y se inspira en cosas cotidianas, que ve por la calle. “Siempre volvemos a retomar el arte de lo que vivimos, creas vivencias y experiencias de tu vida”. Asegura que le gusta jugar con los volúmenes, aunque sus obras acaban siendo muy diferentes sobre lo que dibuja en el papel, “el hierro te va diciendo lo que necesita la obra que estás labrando”.
Cada obra tiene un valor económico, naturalmente, pero no tiene precio sentimental. Los precios pueden oscilar entre los 600 y los 1.200 euros, según admitió. Figuras relacionadas con la naturaleza, la niñez, el mar, o un original Quijote permanecerán expuestos hasta el próximo 27 de septiembre.
