Los propios obreros, durante el proceso de recuperación de las grietas en el interior de la iglesia, descubrieron que el fondo ocultaba verdaderas obras de arte que durante años habían estado ocultas reforma tras reforma.
Las pinturas.
Se encontraron: una cornisa que abarca todo el perímetro del edificio, tres pinturas sobrepuestas de diferente época en la misma pared y una pintura conocida como “Cristobalón” que mide más de seis metros y se ha convertido en el principal hallazgo.
Es precisamente el Cristobalón la pintura que los análisis sitúan en el S.XVII. Para el resto de pinturas, en peor estado de conservación, las fechas oscilan entre el S. XV y el S.XVIII.
Durante las obras se han encontrado además un pozo en una de las capillas y dos claraboyas que fueron tapiadas en una reforma realizada en 1832 . Tanto las claraboyas como el pozo se han dejado al descubierto.
El presupuesto
La reforma y posterior restauración de los diferentes hallazgos pictóricos han supuesto una inversión cercana a los 400.000 euros a pesar de que el primer presupuesto estaba estimado en un 50% menos. Una cantidad en la que han colaborado muy activamente los vecinos de la localidad y también el ayuntamiento que a través de un convenio donó 10.000 euros destinados a la recuperación del patrimonio local.
Desde esta tarde la Iglesia de San Andrés Apóstol, que fue declarada Bien de Interés Cultural en 1982 como parte del Conjunto Histórico Artístico de Moral de Calatrava, reabre sus puertas con una importante carga cultural y patrimonial.
