Judith Martín y José Luís Adserías son los únicos actores sobre el escenario, si bien cada espectador también tiene un papel relevante en el desarrollo de la función. Al pasar a la sala, cada persona debía escribir una frase en un papel, un pequeño texto que formaría parte de la trama de forma aleatoria en algún momento. El público toma protagonismo con las preguntas de los conductores del montaje e interactúa a cada llamada de los actores principales.
Por lo tanto, los dos artistas se convierten en cientos, en función del público asistente. La trama, totalmente espontánea e improvisada, se va construyendo con los mensajes escritos por los espectadores, de forma que los mantenedores unen las herramientas de actor y de guionista para actuar y escribir el guión al mismo tiempo.
Un espectáculo que sorprende y donde tienen cabida todo tipo de historias que, nunca jamás podrán repetirse.
Los espectadores, algo más de medio centenar, se divirtieron mucho con Impro Show a través de un montaje interactivo cien por cien y aderezado con un derroche de diversión garantizada desde el principio.
