La Diputación construirá un badén sobre el río Záncara en el término municipal de Campo de Criptana

José Luis Cabezas, vicepresidente y diputado responsable de Infraestructuras, explica que el proyecto ha sido redactado por los servicios técnicos de la Diputación de Ciudad Real y que en estos momentos se encuentra en fase de licitación, presupuestado en 115.368 euros. "El proyecto determina un plazo de ejecución de dos meses, por lo que en función de la climatología, podría estar ejecutado dentro de este año de 2012".

Cabezas resalta que con esta actuación queda demostrada la voluntad de la Diputación por proteger este inmueble, que en ocasiones ha sido utilizado políticamente para culpabilizar a la Corporación Provincial de dejadez de sus funciones. "Aunque dicho puente no es de titularidad de la Diputación Provincial, la Corporación se ha mostrado interesada en acometer esta obra por encontrase dicho puente ubicado en el último kilómetro de una carretera perteneciente a esta institución y por la defensa de un patrimonio arquitectónico provincial, así como para dejar patente el espíritu de apoyo que se mantiene hacia los ayuntamientos", apostilla para justificar con mayor razón esta inversión.

La Diputación ha llevado a cabo un estudio de la situación estructural del puente, del que se dará traslado al Ayuntamiento de Campo de Criptana para su conocimiento y que se pueda practicar desde ambas administraciones la fórmula para dar estabilidad a su cimentación y posterior restauración. "Estas últimas actuaciones conllevan una mayor envergadura económica por lo que al no ser de titularidad de esta Diputación Provincial, deberían tomar parte en la recuperación de este inmueble de valor arquitectónico monumental otras administraciones", concluye el vicepresidente.

La construcción del badén se hará junto a dicho puente, en el punto kilométrico 8,7 del enlace de la carretera CR-1223 con el camino real de Murcia, en el término municipal de Campo de Criptana. Su valor arquitectónico, según el inventario de patrimonio arquitectónico de interés histórico-artístico de Castilla-La Mancha, data del siglo XIX, con raíces en la época romana. Se trata de un puente de piedra sobre el río Záncara de más de 200 metros de longitud. Su trazado aparece quebrado aproximadamente por la mitad, con refuerzo cilíndrico en la articulación. Tres ojos a uno de los lados del punto de inflexión y cinco en el otro. Está dotado además con una barandilla de fundición.