jueves. 28.03.2024

A la hora de la salida procesional desde la parroquia de Santa Catalina, las ocho menos cuarto de la noche, volvía la lluvia que prácticamente no había dejado en toda la tarde. La Banda Municipal comenzó a interpretar el Himno de la Virgen y a la puerta de Santa Catalina asomaron el estandarte y las alabardas, así como la carroza de la Virgen en el pórtico del templo.
Tras unos minutos de espera y ante la insistencia de la lluvia se colocó un plástico para proteger a la imagen y el manto, pero ante la persistencia de las precipitaciones la Junta Directiva de la cofradía optó por suspender el desfile procesional.
No obstante los estatutos marcan que la imagen debe permanecer por la noche en la ermita del Humilladero, por lo que se bajó a la imagen de la carroza, quitándole el manto color rojo y colocándole el de viaje en el cochecillo, además de un plástico sobre el mismo. Así fue trasladado a la ermita por el itinerario procesional, aunque en el cochecillo de viaje, a hombros, siendo vitoreada por las muchas personas que se encontraban aún en el itinerario.
La ermita del Humilladero se encontraba completamente llena de fieles que esperaban la llegada de la Patrona, para acompañarla a lo largo de toda la noche, siendo colocada en el altar mayor y comenzando el rezo del rosario, acompañando el capitán de este año José Antonio Fernández y la presidenta Gloria Uriel con el resto de su Junta Directiva.
En la mañana del lunes se rezó el rosario y se oficio la misa en la ermita, saliendo a las diez de la mañana desde la ermita a la zona de la Plaza de toros, realizando un amplio recorrido y recibiendo los vivas de las muchas personas que estaban en el mismo.
En el altar se cantó el Himno de la Virgen y el de La Solana, acompañando la Banda Municipal, cerrando como es tradicional el alcalde Luis Díaz Cacho el cochecillo de viaje, siendo trasladada hasta su Santuario del Castillo, donde con el rezo del rosario por la tarde se despidió la cofradía de La Solana hasta el mes de septiembre que volverá a La Solana.

La lluvia modificó la tradición el traslado de la Virgen de Peñarroya en La Solana