viernes. 29.03.2024

Parte del éxito de estos buenos resultados se debe a la forma de trabajar que impera en esta unidad, cuyos profesionales de enfermería proporcionan unos cuidados centrados en el desarrollo (CCD) con el objetivo de favorecer el desarrollo neurológico y emocional del recién nacido enfermo, así como disminuir el estrés y la carga de sufrimiento que conlleva el ingreso para los bebés y sus familias.

Entre las medidas que aplica el personal de enfermería de la UCI neonatal y pediátrica del Hospital Mancha Centro destacan las destinadas a disminuir las posibles agresiones ambientales, como pueden ser el ruido o la luz. Lo que se intenta es proporcionar unas condiciones similares a las existentes en el útero, donde el feto se encuentra en un ambiente cálido, oscuro, húmedo y con los ruidos del exterior amortiguados. En concreto, se trata de crear un ‘hábitat’ que proporcione unos estímulos sensoriales adecuados que le permitan un desarrollo global correcto en cada etapa de su crecimiento.

‘Horas quietas’

Así mismo, la UCI neonatal del hospital alcazareño ha establecido lo que se conoce como ‘horas quietas’ y lleva a cabo una estrategia de mínima manipulación para garantizar el descanso de los niños. Para ello, sólo durante las horas fijadas, los profesionales sanitarios pueden realizar todos los procedimientos y estudios no urgentes y rutinarios (toma de constantes directas, aspiraciones, cambios posturales, exploración física, análisis, pruebas, etc.). En el caso de los niños inestables, se tiene el máximo de constantes monitorizadas.

Igualmente, tienen instaurado un protocolo de manejo no farmacológico del dolor mediante el que aplican medidas como la administración de sacarosa oral previamente a la realización de técnicas dolorosas, la succión no nutritiva durante la realización de las mismas o incluso realizarlas cuando el bebé está en brazos de sus padres o durante el amamantamiento, lo que se ha demostrado eficaz en el control del estímulo doloroso en los bebés.

Contacto con los padres

Otra de las líneas en las que se basan los cuidados de recién nacido prematuro en la UCI neonatal y pediátrica del Mancha Centro es el fomento del contacto con los padres desde su nacimiento. Para ello, se les permite la entrada para que puedan cuidar a sus hijos mejorando su evolución. Las profesionales de enfermería animan a los progenitores a acariciar muy suavemente a su hijo y hablarle en voz baja, y les hacen partícipes del respeto a los periodos de descanso del niño.

Y es que está demostrado que la cercanía con la madre favorece un mejor desarrollo psicomotriz, una mayor estimulación y un aumento de sensación de seguridad al bebé. El contacto piel con piel del recién nacido y su madre o padre durante la realización del método canguro regula el ritmo cardíaco, la temperatura, la glucosa en sangre y el sistema inmunitario del bebé.

Del mismo modo, el personal de enfermería de la UCI neonatal y pediátrica del hospital alcazareño utiliza nidos o barreras de contención para el cuidado de la postura y mantenimiento de la flexión fisiológica del recién nacido, lo que le aporta tranquilidad, seguridad y confort como cuando se encontraba en el útero de su madre.

La UCI neonatal y pediátrica del Hospital Mancha Centro alcanza los 300 ingresos