miércoles. 24.04.2024

El reserva y el crianza, premiados recientemente, se pudieron probar en esta cata. Sin embargo, la bodega declinó traer los jóvenes de esta añada, ni blanco ni tinto. La vendimia de este año ha sido más tardía y Joaquín Mateos decidió no traerlos a esta cata porque aún no tienen el nivel mínimo que su bodega exige. “Prefiero sacarlos cuando estén correctos para ser consumidos, y todavía no lo están”. Ni siquiera ha querido enmascararlos con filtros de papel en laboratorio, como sucede a menudo.

Por eso, en esta cata se sirvieron los jóvenes de 2015. El bodeguero admite que han perdido algo su explosión frutal, sobre todo los blancos, pero cree que aún son buenos en boca, con un aroma aceptable. En cuanto al tempranillo, cree que está aún más agradable y redondeado que recién elaborado.

En cuanto a la nueva añada, Joaquín Mateos reveló que el blanco verdejo lo han vendimiado un poco antes, a fin de que reduzca su graduación y los aromas frutales sean más frescos. Respecto al tinto, cree que serán vinos en la línea de años precedentes. “Lo tenemos muy conseguido y mantenemos los parámetros, aunque siempre con alguna innovación para mejorar”.

Otro lleno en la cata de bodegas Vega de Mara