La manifestación, convocada por el Comité de Empresa de la fábrica, tenía como objetivo hacer visibilizar el malestar de los trabajadores, así como mostrar a la dirección de Vestas su intención de no permanecer callados frente a los atropellos que, según los trabajadores, están sufriendo.
Según un comunicado enviado a advaldepeñas por el Partido del Trabajo Democrático, son numerosas las razones que han llevado a los trabajadores de Vestas a movilizarse. Un ERE en noviembre de 2012 dejó sin trabajo a 111 personas, además de un ERTE de mes y medio que afectó al 80% de la plantilla y que comenzó a aplicarse apenas 3 meses después del ERE, entre febrero y marzo del 2013.
A ello se ha unido el despido de otros 10 trabajadores, así como la finalización de contrato de otros 22. El presidente del Comité de Empresa, José Miguel Martín-Portugués calificaba estos últimos despidos como “injustificados” e “indiscriminados”, pedía la readmisión de sus compañeros y señalaba la política de miedo que la dirección de la empresa estaba tratando de implantar entre la plantilla, creando incertidumbre sobre la posibilidad de futuros ceses laborales y sobre los criterios que se aplicarían para efectuarlos.
El comunicado añade que "los puestos vacantes que han dejado estos últimos despidos no han sido cubiertos ni hay muestras por parte de la dirección de que exista intención de hacerlo y, pese a ello, la carga de trabajo no se ha reducido de manera proporcional. Además de esto, los trabajadores han visto mermado su salario en unos 2.000 euros brutos anuales, además de la no aplicación de las revisiones salariales, todo ello a pesar de que la empresa danesa obtuvo en 2013 beneficios por encima de lo previsto".
Otro de los motivos que provocan malestar en la fábrica es la flexibilidad laboral que se les impone, con jornadas de 12 horas y cambios de ciclos (mañana-noche y viceversa) sin mediar apenas tiempo de descanso, lo que impide la conciliación de la vida laboral con la vida familiar y aumenta el número de accidentes laborales.
Martín-Portugués también denuncia las presiones que han recibido desde la dirección de la empresa con el fin de amedrentar a los trabajadores para tratar de evitar que participaran en este acto, frente a lo cual destaca la valentía de estos trabajadores que, pese a todo, salieron a la calle a reivindicar sus derechos. Además el presidente del Comité de Empresa anuncia que, de no cesar esta política de miedo y represión, y si la empresa no cede ante sus peticiones, se convocarán nuevas acciones reivindicativas.
Desde el Partido del Trabajo Democrático nos solidarizamos con los trabajadores de Vestas Blades Daimiel, que luchan por sus derechos laborales y por sus puestos de trabajo, y mostramos nuestra repulsa a estas políticas de empresa que atentan con total libertad e impunidad, que especialmente tras la última reforma laboral de 2012 que deja totalmente desamparados a los trabajadores asalariados. Apoyamos y apoyaremos todos los actos que se desarrollen en favor de esta causa totalmente legítima, a través de la cual asistimos a un nuevo ataque a la clase obrera y a su lucha.
