La actividad fue una de las novedades de la feria, siendo una idea promovida por la propia creadora. A primera hora, comenzó una pequeña clase teórica, en la que la monitora enseñó la diferencia entre los colores fríos y calientes, enseñando también a pintar las luces y las sombras. Posteriormente, los jóvenes aprendices se dispersaron por la Plaza Mayor para plasmar el rincón que más le gustase del centro neurálgico de la localidad.
La artista reconoció que había dibujos verdaderamente increíbles, mostrándose muy contenta con la participación y con los trabajos recopilados. Ella misma proporcionó los materiales, utilizando ceras y acuarelas principalmente, indicando que la técnica era totalmente libre.
Maylu aseguró que había muchas creaciones de corte abstracto. En este sentido, la pintora reconoció que lo que los adultos vemos como abstracto, es realismo para los niños.
Todos los dibujos se pondrán en un mural para dejar constancia en el tiempo de lo que hicieron un grupo de niños en la feria de 2015, según indicó la artista. Tras la experiencia, la pintora aseguró que estaría dispuesta a repetirla, incluso en otras fechas menos calurosas como primavera.
