El período de formativo se ha dividido en tres partes: formación compensatoria, formación de la especialidad y formación complementaria, a través de una metodología basada en el papel del alumno de la manera más activa y participativa posible.
Al acto de clausura asistió el alcalde, Luis Díaz-Cacho, que conversó unos minutos con los alumnos en sus propios paneles de trabajo. Después, se congratuló por haber completado una nueva acción formativa, una seña de identidad de La Solana desde hace más de 25 años –dijo-. “No hemos dejado de apostar por la formación y la educación”. En este sentido, destacó la completa infraestructura que tiene La Solana en esta materia. “No habrá ninguna población en la región con tres viveros de empresas, y también tenemos los recursos humanos”.
Díaz-Cacho instó a los alumnos a no dejar de formarse, “este curso no es el fin, sino el inicio”. En este sentido, destacó que la aptitud se consigue aquí, pero también apeló a la actitud, “es más importante la predisposición a mejorar”. Terminó deseando que consigan un trabajo “antes que después”, a pesar de reconocer que no será tarea fácil para ninguno.
También intervino la concejala de Formación, Aurora Jiménez, que ha permanecido en contacto con la gente del taller en estos seis meses. Se mostró muy satisfecha por la evolución del aprendizaje. “El último paso ha sido un texto instructivo para conseguir esos circuitos tan maravillosos; lo habéis conseguido”. En el día contra la violencia de género, criticó a quienes dicen que la mujer no es capaz de hacer ciertas cosas. “Ha quedado demostrado que la electricidad también es cosa de hombres”.
El director del taller, Jesús Gómez Rodado, se limitó a felicitar a sus alumnos por el buen aprovechamiento que han demostrado y el buen ambiente de trabajo que se ha generado en este medio año.