Las palabras del presidente de la asociación, Nemesio de Lara, no ofrecen dudas: “Faltan palabras para decir lo mal que estamos; los profesionales sostienen una situación inhumana”.
En efecto, los trabajadores del CO soportan el impago de ocho mensualidades y los usuarios con discapacidad intelectual viven inquietos ante su futuro. Durante la apertura de la semana, Nemesio de Lara volvió a lamentar que la Junta no reaccione y elogió el aguante de la plantilla “sobrevivimos por la enorme profesionalidad de nuestros trabajadores; ellos hacen que el proyecto siga adelante”.
Pero nada ha cambiado. Se han renovado los convenios pero la deuda sigue creciendo y ya supera el millón. De Lara no cree que sea importante si el dinero llega directamente o vía Ayuntamiento “no importa si el gato es blanco o negro” y recordó que los servicios que presta el centro son reconocidos en la región y “los más baratos en coste por usuario”. En su opinión, no hay razón para estos atrasos “aunque lo diga un político, no es sectarismo” y continúa confiando en un cambio “espero algo de sensibilidad en los próximos meses”.
El Ayuntamiento de La Solana dice hacer lo que puede. Luis Díaz-Cacho admitió que negocian con entidades financieras y que seguirá peleando “no dejaremos que el centro caiga”. Pero afirma no entender que “el gobierno regional haya dejado desatendido a estos trabajadores”. Durante la presentación llegó a decir que no entiende que un gobierno “pudiera ser tan bestia”, aunque insistió en tender la mano a pesar de no recibir siquiera respuesta a las continúas misivas que se envían a Toledo.
“Nos estamos ahogando”
Entre tanto, el día a día del centro es un poema. Su directora, Paqui Rivera, cifró la deuda en 1.091.950 euros, dinero que la Junta debe al Ayuntamiento con destino final para la Asociación Pro Capacidad. Dijo que son “los únicos trabajadores que prestando un servicio municipal hemos estado cuatro veces con seis nóminas sin cobrar, y ahora van ocho”. La ilusión es lo único que los mantiene “somos una gran familia que nos apretamos juntos el cinturón”. El problema –añadió- es que “nos estamos ahogando”.
El patio del Palacio Don Diego exhibe una exposición de venta de los productos elaborados por los usuarios, que son variados y de gran calidad. Permanecerá abierta hasta el domingo.
