Estamos finalizando el año 2012. ¿Qué balance puede hacer el presidente de la Diputación?
Desde la Diputación el balance es positivo pero desde la situación social que estamos atravesando, absolutamente negativo. Son tiempos de sufrimiento, dolor y desesperación para mucha gente. Para nosotros, aunque esto suene a petulante, hablar de la Diputación de Ciudad Real es hablar de la diputación más saneada de España. Lo que digo no es una declaración política, sólo hace falta dirigirnos a la página web del Ministerio de Hacienda y observar que somos los más saneados de toda España. Sigue el número 2 la Diputación de Zaragoza, aunque muy lejos, y esto nos ha permitido desplegar políticas muy interesantes en materia social.
Soy un político que entiende que la política de las personas es la que está por encima de todas las demás. No creo en la política de las cosas. Hemos ahorrado en tiempos de bonanza económica. Eso nos ha permitido dedicar a empleo 9 millones de euros este año. La Junta, por ejemplo, ha dedicado 12 millones de euros y el Estado 3,6 millones de euros. Además, ahora vamos a invertir 6 millones más como regalo de Navidad que la Diputación hace a los ayuntamientos, pero más particularmente a los parados. Nos va a permitir contratar a 2.000 personas aproximadamente, con lo que vamos a bajar 3 puntos la tasa de paro de la provincia sólo con este plan.
Hemos desplegado un programa de emergencia social para gente que pasa hambre en la provincia. Hay gente que pasa hambre, hambre física y real. Aquí no se muere gente de hambre como en el África subsahariana pero hay gente pasando hambre. Estamos auxiliando con cheques de 30 euros por miembro de la unidad familiar para comprar alimentos. Siempre he sido más partidario de la caña antes que el pez. Pero en este caso no hay duda, hay que dar antes el pez. Es la vida o la muerte, la necesidad cubierta o no.
Hemos seguido también con el plan de carreteras y ayudando a los ayuntamientos. Es decir, hemos sido previsores, hemos ahorrado y ahora estamos gastando el dinero que hemos ahorrado. Por lo tanto, para mí ha sido un año bueno como presidente de la Diputación, pero como persona sensible con los problemas sociales, ha sido un año terrible y negro.
¿Cómo será el año que viene?
Va a ser un año terriblemente duro. La peor cosa de esta situación no es lo mal que lo estamos pasando, sino la falta de esperanza. Hay una juventud complementamente desesperanzada, que mira al horizonte y no encuentra nada, una juventud que está en la Universidad y ve que los que han pasado ya por ese camino están instalados en la melancolía. Pienso que va a ser un año muy complicado. Si los que entienden no han sido capaces de preveer esta crisis, qué voy a decir yo. No soy profeta, pero mis sensaciones me dicen que va a ser un año complicado.
¿Seguirán invirtiendo en carreteras?
Sí, vamos a subir el presupuesto de carreteras unos 4 ó 5 millones de euros. Pero si sigue habiendo problemas de desempleo y gente que pasa hambre prescindiremos de carreteras, aunque no guste a los alcaldes de términos municipales donde hay carreteras de la Diputación. No dejaremos las carreteras cuyo estado pueda producir un accidente de tráfico, pero se tapa un bache y si hay que ir a 80, se va. Me interesa la política de las personas más que otra cosa.
¿Qué les diría a los que piensan que la Diputación no sirva para nada y apoyan su disolución?
Les diré que no conocen la Diputación de Ciudad Real. Cuando Rubalcaba dijo que las diputaciones son prescindibles, yo salí dando una rueda de prensa contradiciendo a mi líder. Me gusta ser bastante claro en ese sentido, como solanero. Si no existieran las diputaciones, habría que inventarlas. Hay mucho pueblo pequeño en España que necesitan ayuda en temas de recogida de basura, recaudación de tributos, atención de carreteras o caminos rurales o el servicio de extinción de incendios. Igual habría que mejorarlas, hacerlas más rentables o asumir competencias que tienen los Gobiernos autónomos. Pero en el tránsito democrático ha habido una especie de abducción de las comunidades autónomas de competencias que tendrían que haber sido de los ayuntamientos y de las diputaciones porque somos también entes locales, y no se ha producido. Cuando en la Transición se hablaba de reparto del gasto público, se decía que el 50% era del Estado, el 25% de las administraciones autonómicas y el 25% las locales. Hoy las locales están en el 13%, las autonómicas están en el 70% y el resto son del Estado. Se ha descompensado el equilibrio del gasto público.
Esta semana se ha celebrado el Día de la Discapacidad. ¿Qué mensaje le gustaría que llegara a la sociedad acerca de este colectivo?
Que hemos avanzado muchísimo en el tema de la discapacidad en los últimos años pero estamos cayendo vertiginosamente. También hay mucha desesperanza en ese mundo. Yo presido una asociación que tutela varios recursos para personas con discapacidad en La Solana, tenemos 72 chicos, viviendas tuteladas, casi todos huérfanos y nosotros somos su familia. Pues el Gobierno de Castilla-La Mancha nos debe el 50% de 2011 y el 100% del 2012. Vuelve la marginación y la desventaja social para las personas con discapacidad. Me da miedo, siento tristeza. Los trabajadores llevan 5 meses sin cobrar la nómina, los usuarios llevan más de un año sin cobrar la prima de estímulo, tienen miedo y lloran cuando me ven y me preguntan qué va a ser de ellos. Estoy muy preocupado. Una sociedad desarrollada es aquella que se ha de caracterizar por la defensa que hace de los más débiles. Eso se está pervirtiendo. Estamos en una situación que antecede a un cambio que no soy capaz de definir pero no pueden seguir así las cosas. Hay demasiada indignación en la calle, la gente está soportando estoicamente lo que no puede soportar.
¿Qué proyectos tiene la Diputación para el próximo año?
Subir el presupuesto, mantener planes de empleo y el plan de emergencia social, cubrir lo que el Estado ha dejado de pagarnos. Desde tiempos de la Dictadura, el Estado participaba en financiar obras municipales pero en 2012 ha dejado de dar un céntimo. La parte correspondiente al Estado la ha puesto la Diputación. En ese plan, los ayuntamientos pagaban un porcentaje y les hemos dicho que paguen cero euros. Y vamos a continuar con ese plan que este año ascenderá a 8 millones de euros. También vamos a aumentar el presupuesto para carreteras hasta los 20 millones. Estamos preparando Fenavin, que va a tener más expositores que nunca. Además, vamos a aprobar un plan de ayuda para el gasto corriente con 3,5 millones de euros para municipios de menos de 5.000 habitantes.
