miércoles. 24.04.2024

Fue un “pregón de la memoria” dedicado a Manzanares y a sus gentes, a presentes y ausentes, “para los que sueñan y para los insomnes”. 

La pregonera de la feria 2013 recibió el cariño de Manzanares tanto en el recorrido junto a las autoridades como en el propio recinto de “La Pérgola”, donde asistió a la proclamación de la zagala mayor y zagalillas. Tras un “Viva Manzanares” dedicó las primeras palabras de su pregón a las jóvenes que después de 22 años retomaban esta tradición. Nieves Herrero pidió ser zagala, “con más años pero con la misma ilusión” porque, como dijo el presentador del acto, Fran Mata, “ser zagala es llevar La Mancha en el corazón”. Orgullosa y emocionada dijo que le encantaría ser de Manzanares y que con el paso del tiempo “lo verdaderamente trascendente son nuestras raíces”.

Habló de la mujer manchega, de las zagalas de Manzanares, como mujeres fuertes como esta tierra, tiernas como las viñas, cálidas como el clima e inteligentes como nuestras abuelas, imposibles de parar como un rayo. Con versos del poema “Versos del pueblo me llevan”, de Miguel Hernández, destacó el carácter luchador y alma viajera de los manchegos y de los manzanareños, “dispuestos a proclamar a los cuatro vientos: soy de Manzanares”.

Nieves Herrero dijo que fue una noche histórica para ella por poder pregonar que como Manzanares no hay otro lugar en el mundo, que se trata de un lugar privilegiado en el Centro-Sur de nuestro país, con ochocientos años de historia. “Manzanares es historia y es futuro e innovación, tradición y vanguardia”, añadió.

Se remontó al origen de la ciudad en el Siglo XIII, siempre un lugar de encuentro, de cruce de caminos en el empalme de las cañadas reales de Cuenca y Soria. Habló de la Encomienda de Manzanares como una de las más prósperas de la Orden de Calatrava y del papel de la ciudad en la Guerra de la Independencia. 

Y por encima de todo, Nieves Herrero no olvidó los nombres de protagonistas de esta historia como Pedro Álvarez de Sotomayor, Juan Fernández de Salinas (manzanareño que fue gobernador de Costa Rica en 1650), Leopoldo O'Donnell (protagonista del Manifiesto de Manzanares en el S-XIX), el insigne veterinario del Siglo XVII, Pedro García Conde; o los más recientes José Fernández-Arroyo (poeta, escultor y pintor postista), Federico Gallego Ripoll (del que leyó unos versos) o quien fue su amigo, Manuel Piña, “artista de la costura” del que dijo llorar su pérdida.

Al margen de los manzanareños reconocidos en la historia, la periodista se hizo eco de otros que marcaron o marcan nuestra vida, como el maestro Don Cristóbal, el médico Don Emiliano, los hermanos Palop (párrocos) o al actor local Candi Sevilla. Pero su recuerdo más especial fue para nuestros padres y para todos los vecinos. “Manzanares no son solo sus calles, sus monumentos, su vino o su entorno, Manzanares sois vosotros, sus gentes”, añadió Herrero.

Por último, antes de recibir un recuerdo de manos del alcalde, Antonio López de la Manzanara, la pregonera dedicó sus palabras a ausentes y presentes, a los que sueñan y a los insomnes. Deseó las mejores fiestas y pidió salud e ilusiones a Nuestro Padre Jesús del Perdón, patrón de la ciudad.

Nieves Herrero comparte un “pregón de la memoria” dedicado a Manzanares y a sus gentes