La doctora respondió a tres preguntas habituales cuando hablamos de ansiedad y depresión. En primer lugar, sugiere que son menos ciudadanos quienes la padecen en realidad. También cree que se consumen fármacos en exceso y, por último, defendió otras formas más naturales de prevenir y combatir ambas patologías. En su opinión, hay que diferenciar la tristeza o los nervios de la verdadera enfermedad, “es normal estar nervioso por algo, pero el trastorno sería estarlo permanentemente y no poder hacer vida normal”.
En los servicios de urgencias se ven a diario crisis de ansiedad que necesitan atención, por ejemplo ante la pérdida de un familiar querido. Sin embargo, hay que diferenciar tristeza y nervios con depresión, “no se deben medicalizar sentimientos y emociones normales”. Cree que existen otras vías mucho más saludables, como las técnicas de relajación, de respiración, la autoayuda, incluso ciertos alimentos que ayudan a superar los síntomas y a sentirnos mejor. “El apoyo psicológico y la psicoterapia son muy importantes y resuelven muchos de estos casos; no siempre hay que tratar con medicamentos”, concluyó.