jueves. 02.05.2024

Su autor, Pablo Alonso Salazar, quería ayudar de esta manera y, de paso, saciar su inquietud por escribir alguna historia interesante relacionada con el mundo de los niños. “Mi madre tiene un comedor escolar y me ha inculcado el trato con los niños y su compromiso solidario”.

El joven escritor hizo escala en La Solana durante la gira de presentaciones que está realizando por toda la provincia. En declaraciones a la prensa, reveló que se inspiró en un hermano marista que trabaja en el país asiático. “De ahí sale la idea definitiva del libro y el objetivo de crear esa escuela”.

Así nació y vio la luz “No me gusta la verdura”, una historieta a modo de aventura que trasmite valores de solidaridad, amistad y respeto. Además, incluye ilustraciones dibujadas por colegiales de toda Castilla-La Mancha, y de otros puntos de España donde hay colegios maristas. La respuesta de los chavales ha sido magnífica, como también la crítica de las familias. “Muchas madres me han felicitado porque el libro ha conseguido que sus hijos coman fruta y verdura”.

Se han editado diez mil ejemplares, que se venden al precio de 5 euros. Si se logra recaudar 50.000 euros, serán suficientes para hacer la escuela en un rincón del planeta especialmente vulnerable. “En Bangladesh tienen que recoger 27 kilos de hojas de té para ganar 50 céntimos de euro al día”. La primera teniente de alcalde, Manoli González, asistió a la presentación, celebrada en el auditorio del Palacio Don Diego, en representación del Ayuntamiento de La Solana.

“No me gusta la verdura”, valores y solidaridad