jueves. 18.04.2024

La parroquia de San Juan Bautista de la Concepción ya luce en todo su esplendor después de permanecer cerrada todo el verano por obras de mejora, tanto en el tejado como en el interior del templo y en algunas dependencias auxiliares. Los solaneros han tenido la ocasión de comprobar el resultado de los trabajos durante este fin de semana mediante una jornada de puertas abiertas el sábado. El día anterior, la venerada imagen de Jesús Resca

tado había vuelto a su morada habitual tras haber permanecido en la cercana ermita de Santa Quiteria desde el pasado 7 de julio, casi tres meses.

En rueda de prensa, el párroco del convento trinitario, Jesús Navarro –que comparte cargo in solidum con Eduardo Guzmán-, explicó que el detonante de esta actuación fueron unas goteras que iban en aumento y estaban provocando manchas en los techos y las bóvedas. El verano era la mejor época para acometer la obra por razones obvias: mejor tiempo y menos actividad de culto.

“Primero llegaron los albañiles para arreglar los tejados, en especial en la zona que linda con el colegio ‘Sagrado Corazón’, que ha sido retejado en su totalidad debido a su deterioro”, declaró.

Después le tocó al interior de la iglesia, considerada algo lúgubre y sombría. “Daba la sensación de ser un espacio muy oscuro y queríamos darle luminosidad”. Para ello se pensó en repintar por completo el templo y cubrir de blanco parte del ladrillo visto, especialmente las pilastras que caían desde el techo y que oscurecían el lugar, las cuales se han enyesado y pintado de blanco. Sin embargo, el consejo de la parroquia decidió mantener las arcadas laterales con el ladrillo visto. “Una solución intermedia para mantener un poco la esencia de la parroquia tal como la conocía la gente”.

La obra ha incluido la renovación por completo de la iluminación artificial, instalando luz de tecnología lead, que consume menos, tiene focos más discretos y aumenta la luminosidad. También se ha aprovechado para restaurar las puertas, decapándolas y descubriendo su madera natural. Y un elemento que llama la atención es el suelo, manteniendo la baldosa de barro instalada en los años 70. El párroco admitió que se estudió renovarlo, pero que finalmente se optó por mantener ese aire ‘vintage’, aunque con un tratamiento especial para protegerlo y alargar su vida.

Por último, también se han repintado y acondicionado algunas dependencias interiores como el despacho parroquial y dos salones de reuniones en la planta de arriba.

Completamente satisfechos

Jesús Navarro afirma que el resultado final es lo esperado. “Cuando proyectas algo lo ves en tu mente, pero cuando ves cómo queda en la realidad es cuando te das cuenta de verdad y estamos completamente satisfechos”. “Hemos duplicado la luz, que es lo que queríamos, añadido a una sensación de limpieza”.

El párroco reconoce que la obra se ha retrasado una semana respecto a lo previsto y que el gasto económico subirá en relación a lo estipulado en un principio, que eran 23.000 euros, “aunque no mucho”, aclaró. Sí puso el acento en el apoyo encontrado en el conjunto de la feligresía, tanto económico como moral y físico. “La gente se ha volcado cuando hemos tenido que sacar los bancos y sobre todo en el momento de limpiar. “Nunca nos ha faltado gente, y además con buen ánimo y un ambiente estupendo”.

Terminó enfatizando el trabajo en equipo a la hora de proyectar las actuaciones en el templo. “Hemos intentado consensuar y escuchar con el deseo de mejorar un espacio que es para todos”.

La parroquia de San Juan Bautista de la Concepción reabre tras una notable actuación...