Además, la edil del PSOE ha dado otro dato cuanto menos escandaloso, y es que “el coste anual de la Torre del Vino entre mantenimiento, gastos financieros, amortización y otros, será de 410.000 euros.
Por su parte, la concejala Vanessa Sáez ha puesto en duda la utilidad de esta infraestructura, e incluso el tiempo que permanecerá abierta, al recordar lo que ya ha sucedido con otras obras llevadas a cabo en Socuéllamos por el equipo de Gobierno del Partido Popular, como son el auditorio Reina Sofía o la sala de exposiciones, espacios cerrados el 90% del tiempo.
Por ello ha mostrado claramente su oposición a obras de este tipo porque “mientras Sebastián García nos está vendiendo a bombo y platillo este modelo de despilfarro y de inversiones de fachada, vemos cómo servicios fundamentales que verdaderamente pueden mejorar la vida de los socuellaminos, se deterioran año a año”.
Como ejemplos, Sáez ha citado la ludoteca cerrada o la amenaza de cierre que se cierne sobre la guardería municipal, ya que tan solo mantiene un aula activa, y a ello ha sumado la privatización de múltiples servicios o el encarecimiento de dichos servicios para poder utilizar las instalaciones.
La propia concejala socialista ha defendido otro modelo de desarrollo económico y de gestión pública para Socuéllamos que dinamice el comercio local, políticas activas de empleo e inversiones que realmente beneficien a los vecinos en lugar de suponerles un coste elevado como es el caso de la citada Torre del Vino, que contempla emplear a una sola persona y estima unos ingresos de tan solo 9.000 euros al año frente a los 410.000 de gastos. Es decir, con estas cifras, la Torre del Vino necesitaría atraer a 133.000 visitantes cada año para poder ser viable desde el punto de vista económico.
En líneas similares se ha pronunciado la secretaria de Organización del PSOE en la provincia de Ciudad Real, Blanca Fernández, quien ha puesto el énfasis en lo descontextualizado que está el proyecto de la Torre del Vino de acuerdo a la realidad social que vive España, Castilla-La Mancha o la propia localidad de Socuéllamos.
Por ello ha subrayado que “no era el momento en plena crisis económica y con una desigualdad terrible, en un momento donde los recortes son palmarios y evidentes en todas las administraciones”, por lo que –ha añadido- “inaugurar una obra faraónica de estas características nos parece un auténtico despilfarro que no podíamos dejar de denunciar”.
