El director del centro, Luis Toribio, declaraba que Clara Campoamor es un personaje histórico, una mujer adelantada a su tiempo, diputada en las Cortes republicanas, que luchó por la libertad de la mujer y por la democracia, por lo que quieren que al llevar su nombre el centro la efemérides sirva para reivindicar sus valores y su figura, ya que ha estado olvidada durante mucho tiempo y es deseo de los profesores el ver reflejados esos valores en el Instituto que lleva su nombre.
La encargada de realizar el montaje teatral que contemplaron el resto de alumnos y profesores del centro fue la hasta hace poco profesora del mismo Isabel del Rey, ahora jubilada, quien señalaba que la habían llamado tanto el director como el claustro para pronunciar unas palabras en recuerdo de la titular del instituto, pero había preferido realizar un montaje con alumnos.
Isabel del Rey declaró que en poco más de una semana habían confeccionado un guión, realizado los ensayos, escoger a los alumnos y, entre todos, llevar adelante la idea, para conocer un poco de la vida de Clara Campoamor, pero al mismo tiempo dar a conocer la situación política y social de la época, así como la muy triste que vivía la mujer y que, gracias a Clara Campamor y a gente luchadora como ella se logró mejorar.
Sobre los protagonistas de la puesta en escena, señaló que eran un total de 30 alumnos del centro, 20 de segundo y otros 10 de cuarto de la Eso, que aparecían en escena todos vestidos de la época de los años treinta, con un decorado con un tapiz con el escudo de los años de la Segunda República, interpretando a personajes de aquellos años.
Quiso aprovechar para dar las gracias tanto a los profesores, como a los alumnos, por el empeño que habían puesto en hacer posible esta rápida puesta en escena, de la que fueron testigos el resto de miembros del centro que asistieron a la representación y al final la aplaudieron.
Señalar que todos los alumnos del centro, a través de las actividades de Educación en valores, que realizan en horas de tutoría, habían ido elaborando mandalas, que se utilizan para decorar el escenario donde se rindió homenaje a la diputada.
En concreto forman la cenefa del “tapiz” que exhibía el escudo de la época o formando cadenas que se situaban en el exterior del tapiz y cada mandala llevaba una frase que el propio alumno había ideado sobre Clara Campoamor o que había extraído del discurso de dicha diputada en las Cortes.
