viernes. 19.04.2024

Cientos de peregrinos, como es costumbre, se trasladaron al santuario a pié, cumpliendo así alguna promesa ó por otras causas menos fervorosas. El chorro de personas que realizaron el recorrido andando se prolongó durante toda la tarde y noche del viernes, encontrándose diversos grupos numerosos como el que partió desde la ermita de El Humilladero, encabezado por el párroco Benjamín Rey. 

A partir de entonces, la población fue perdiendo ciudadanos ante el éxodo que supone la romería. Muchos pernoctaron una, dos ó tres noches en el castillo, en un ambiente festero y de armonía. A pesar del gran número de personas que se dan cita en el evento anual, no hubo ningún tipo de incidente durante todo el fin de semana, reinando la cordialidad entre todos los asistentes. 

La virgen llegó al Castillo en la mañana del sábado, siendo entregada por la hermandad de Argamasilla de Alba y recibida por la cofradía solanera. Es entonces, cuando se entonaron los dos himnos a la patrona, comenzando así los primeros actos religiosos organizados por la cofradía local. Se celebró una eucaristía en la tarde del sábado y el Rosario de la Aurora en la mañana del domingo, teniendo lugar en la ermita del despeñadero y no en el patio de armas por motivos de seguridad. Unas grietas en dos de los arcos que acceden al patio de armas, propiciaron el cambio de ubicación de los estos actos religiosos que fueron seguidos por numerosos devotos, según destacó la presidenta de la cofradía solanera, Gloria Uriel. 

Varias novedades en el traslado al Humilladero
Tras una intensa romería, la patrona regresó a La Solana en la mañana del domingo, con varias novedades en el traslado hacia la ermita de El Humilladero. El cochecillo de la virgen llegó puntual a su altar a la una del mediodía, siendo descubierto por el alcalde solanero Luís Díaz-Cacho al son del Himno de La Solana que interpretó la Banda Municipal de Música dirigida por Ángel Sancho. Al término de las últimas notas, el primer edil pronunció los primeros “vivas” a la patrona, para entonar después el Himno de la Virgen de Peñarroya. 

Seguidamente, el cochecillo fue despojado de su cubierta de cuero, una novedad que gustó mucho porque así se pudo apreciar mucho mejor la imagen de la virgen por todos los lados. Además, la patrona portaba un rosario que será pujado en el ofrecimiento del próximo domingo, junto a otro más que lucirá en los traslados a los barrios de esta semana. Así lo anunció la presidenta de la cofradía, destacando también otra de las novedades incluida en el trayecto hacia el Humilladero. Durante el recorrido, se instalaron diversas pancartas con letanías a la virgen. 

Y aún hubo otra primicia más, ya que el traslado matinal y la procesión vespertina contaron con la participación de dos bandas de música: la solanera y la de la localidad granadina de Chauchina que dirige el solanero Vicente Delgado. El grupo foráneo devolvió así la visita que la banda local realizó a aquella población andaluza el año pasado con motivo de un certamen de bandas de música. 
Todas las novedades fueron destacadas por la presidenta de la cofradía, Gloria Uriel, quien destacó especialmente la gran participación de solaneros en los primeros actos de la patrona, esperando que sigan participando de la misma manera en las actividades de la Semana de Exaltación a la patrona y también en el novenario.

Dos bandas de música en la procesión de subida
La tradicional procesión de subida de Nuestra Señora de Peñarroya desde la ermita de El Humilladero hasta la Parroquia de Santa Catalina comenzó sobre las nueve y cuarto de la tarde, y no a las ocho y media, como anunciaban los folletos elaborados por la cofradía. Esta es una circunstancia que se repite todos los años, al igual que el horario del posterior concierto, que comenzó una hora después de lo anunciado. 

Abría el cortejo procesional el primer estandarte, seguido por la Banda Municipal de Música de La Solana. Bajo la batuta de Ángel Sancho, interpretó diversas marchas como “Dolores de Humildad”, “Cristo de las aguas”, “María”, “Tras tu paso, madre”, “Reina de las Mercedes” y el “Himno de la Virgen de Peñarroya”. Seguidamente, participaron los tradicionales abanderados que bailaron las telas durante todo el recorrido, precediendo la imagen de la virgen que vestía su manto azul celeste y era escoltada por los alabarderos. También asistieron miembros de cofradías y autoridades locales y de otras poblaciones. El desfile procesional se cerraba con la Banda Municipal de Música de Chauchina que interpretó, “Jesús Nazareno”, “Madrugada de canela y clavo” y otras marchas de corte más solemne como “Nuestro padre Jesús” ó “Solemnidad”, según anunció su director. 

La Solana dio la bienvenida a su patrona en un intenso fin de semana de actividades