jueves. 18.04.2024

Desasosiego, incluso desolación. Es lo que sienten muchos solaneros residentes en Cataluña ante la deriva separatista y el difícil momento que se vive allí. La sociedad está fracturada y el aquelarre del mundo independentista, atizado por sus gobernantes, ha silenciado a la otra parte, esa que no quiere marcharse de España. Muchos de ellos son solaneros del éxodo, gente trabajadora que ha arrimado el hombro como la que más para que esa tierra prospere.

Es el caso de Jesús Velacoracho Jareño (La Solana, 1952). Vive en Villafranca del Penedés, donde lleva más de media vida. Habla y escribe catalán a la perfección, da conferencias sobre historia, sobre vinos, sobre gastronomía… Conoce aquella sociedad al dedillo, también en sus ambientes más ‘selectos’. Es un manchego que ama Cataluña. Y que ama España.

Lo veía venir. “La gente que tenemos un criterio de legalidad sabíamos que se estaba montando una especie de bandolerismo político que no conducía a nada bueno”. El 1-O ha sido el primer culmen, aunque no el último. “Han logrado lo que querían, aunque no del todo porque querían un muerto para presentar la tiranía española sobre el desvalido pueblo catalán”. Por eso –dice- magnifican la actuación policial hasta el extremo “aunque muchos heridos sólo tengan un arañazo o una uña rota, aunque lo condeno”. “Lo que la gente no sabe es que los cachorros de la CUP tenían que buscar épica y eso lo consiguen con sangre”.  “Y no le sorprendió la inacción, de los Mossos”.

Pero, con o sin heridos, con o sin cargas policiales, cree que el domingo asistimos a un pretexto para la anunciada DUI. Y avanza: “el día 6 de octubre, a las 6,15 de la tarde, van a declarar la independencia”. Su seguridad se basa en su experiencia, aunque admite que esa declaración unilateral tendrá difícil ser reconocida a nivel internacional.

Esa es una de las claves, pero también la capacidad del Gobierno central y las fuerzas constitucionalistas para saber vender que el 1-O fue un pucherazo absoluto, como el independentismo ha vendido su producto. Tiene sus dudas porque “vende mejor un niño chorreando sangre por la frente”.

Su esperanza radica en los nefastos efectos del procès en la economía, no ya española, sino europea. “Cuando vean que la cuarta economía de Europa se puede tambalear hará pensar a alguno”. Y no sólo eso, sino el posible efecto dominó en otros nacionalismos. “No olvidemos que Alemania tiene Baviera, Italia tiene el Trentino, Francia tiene Córcega, Gran Bretaña tiene Escocia…”. Hace tiempo que Jesús Velacoracho tiene clara una cosa: Europa tiene la llave. “Deberían dejarles claro que tendrían el mismo tratamiento que Kosovo”.

Entre tanto, las relaciones sociales se han deteriorado. Hasta el punto de romper amistades. “Sí, yo he perdido amigos”, afirma. Una situación que, a pesar de todo, se esfuerza por comprender. “Ellos tienen una retahíla de quejas, algunas fundamentadas, por ejemplo cuando ven autovías por toda España y aeropuertos sin aviones”. Sin embargo, niega con rotundidad el mantra de ‘España nos roba’, una falacia.

A la hora de la autocrítica, la dejación del Estado ha tenido mucho que ver en el ensanchamiento del sentimiento soberanista. Por ejemplo en los niños y jóvenes. “El adoctrinamiento es absoluto y no sólo en las escuelas; TV3 y la televisión de Goebbels, si existiera, se parecerían mucho; es como el hallo presidente de Maduro”. Hasta La Vanguardia, que siempre presumió de seny, ha cogido malos derroteros”.

El futuro lo ve turbio. Su deseo es que la situación se reconduzca, pero lo ve complicado por el fuerte poso que ha ido solidificando durante tanto tiempo. Cambiar eso ahora sería como mínimo una tarea titánica. “Ahora los convencidos están convencidísimos, los que dudaban empiezan a no dudar y los que nos seguimos sintiendo españoles nos vemos solos”. Lo más curioso es que entre el mundo separatista abundan los hijos o nietos de emigrantes. “Como les falta ADN, gritan más que nadie”. El resto ve todo esto con desazón. “Tienen un sentimiento de españolidad y lo ven como un mal sueño”.

Un solanero afincado en Cataluña habla sobre lo está ocurriendo