En la inauguración, la directora de la UP, Amalia Romero de Ávila, agradeció a las monitoras, Alicia Pedregal (azulejería) y Lucía Bautista (manualidades) el trabajo realizado con los alumnos. Por supuesto, también felicitó a estos por haber cristalizado esa enseñanza en objetos tan originales y bien acabados. Pero también destacó otros valores que las monitoras han sabido inculcar, “el afán de superación y haber sacado las mejores aptitudes a cada alumno”. La coordinadora de la UP, Francisca María Serrano, animó a todo el mundo a visitar esta exposición, que permanecerá abierta hasta el día 15, en horario de mañana y tarde.
Lucía Bautista, monitora de manualidades, resaltó la capacidad de aprender de sus aprendices, pero también el compañerismo que se genera y el fomento de la creatividad. Este curso han trabajado repujado de metales, pasta de papel, estampaciones en tela y multicarga, siempre intentando innovar, “hemos introducido nuevas técnicas y materiales, y hemos reciclado enseres”. Alicia Pedregal no pudo asistir, pero en su lugar habló Gregorio Delgado, el único alumno varón del curso. “Ignoro por qué los hombres no se animan, ya que el ambiente es muy bueno y yo me siento muy a gusto”. Paciencia y pulso son las claves para ser un buen alumno en azulejería. “Es más difícil de lo que parece, pero merece la pena y he quedado convidado para seguir”.
