domingo. 28.04.2024

En la mañana del  domingo concluía el novenario de despedida, que ha contado con la asistencia de infinidad de fieles, al igual  que lo hicieron  durante todos los días en los que la imagen  permaneció al lado del altar mayor para  ser despedida por los devotos, desde los más pequeños a los mayores.

En la noche del domingo se inició el desfile procesional  de traslado, que abría la cruz parroquial,  el estandarte de viaje y la Banda Municipal de Música que a lo largo del itinerario interpretó diferentes marchas en el recorrido.

Los encargados de bailar las banderas en honor a la  Patrona, en número superior a la docena, abrían paso al estandarte de gala con los faroles, a los que al igual que a la imagen daban guardia los alabarderos,  entre los que marchaban el  capitán de este año, Gabriel Jaime,  la presidenta de la cofradía Gloria Uriel, así como otros directivos.

Las imágenes de la Virgen y el Chatillo, desfilaron  en la carroza con el manto fusia, así como la corona real y un numeroso adorno floral, marchando detrás los párrocos de Santa Catalina y San Juan Bautista, así  como las autoridades locales con el alcalde Luis Díaz Cacho y concejales de los grupos socialista y popular.

El recorrido se encontraba engalanado con numerosas colgaduras y en el mismo se escucharon infinidad de vivas a la Virgen y al Chatillo, siendo igualmente  muchas  las personas que permanecieron toda la noche acompañando a la imagen en la ermita del Humilladero en cumplimiento de promesas.

En la mañana del lunes se celebraron cultos en la ermita antes de la salida hasta el altar de la Plaza de Toros, acompañando  la Banda Municipal, así como numerosos fieles al cochecillo de viaje, además de un grupo de caballistas.  El acalde cerró el cochecillo tras lanzar al aire los vivas tradicionales, tras interpretarse el Himno de la Virgen y el de La Solana, marchando la imagen hasta su Castillo, de donde volverá a La Solana el segundo domingo de septiembre.

La tradición se llevó un año más a la Virgen de Peñarroya al Castillo de su nombre