En nota de prensa aseguran desde UPyD Manzanares que "bastan dos situaciones concretas como ejemplos. La solicitud vecinal para que se eliminen unas mínimas barreras arquitectónicas en la zona de las fuentes de las cascadas, en la calle Cuenca, consistentes en el rebaje de las aceras y la eliminación de un par de peldaños de acceso a la zona, se viene demandando desde hace cuatro años. El alcalde actual, y el anterior también, conoce perfectamente la cuestión pues con motivo de la Gala San Blas, desde 2013, se le solicita cada año, in situ, esa intervención para eliminar las barreras arquitectónicas. Y lo entendió perfectamente, pero las dificultades que esas barreras plantean a personas con capacidades condicionadas siguen sin ser removidas. Ahora tenemos la promesa, realizada en la Gala de San Blas del presente año y que confiamos ver cumplida, de que para 2017 se abordará esta demanda en un plan de intervenciones por barrios. Esta reclamación vecinal se lleva haciendo desde hae cuatro años. Las razones son siempre las mismas: estamos en cosas más importantes y esto se hará, pero cuando se pueda. Voluntad parece que hay, pero sin agobios. Si fuera por días llevamos esperando casi 1.100".
Según explican, el otro caso específico de petición ciudadana se arrastra también desde la legislatura anterior, concretamente desde febrero de 2014. Más de dos años y medio. Se trata de la demanda para la colocación de bolardos defensivos o de contención ante riegos evaluados y previsibles si se llegara a producir derrapamiento de vehículos en la rotonda situada entre las calles de Toledo y Pérez Galdós. "Cosa muy temida por cómo a veces se conduce por ese lugar. Los vecinos de la zona lo saben bien, así como la persona que atiende el quiosco situado en esa zona que teme por su seguridad. En este caso la espera es menor. Llevamos esperando más de 900 días"
Curiosamente ambas cuestiones ya han pasado en algunas ocasiones por el Pleno del Ayuntamiento de Manzanares de la mano del Portavoz de UPYD Jerónimo Romero-Nieva Lozano. "Las respuestas obtenidas en cada momento, justificativas por diversos motivos, podrían ser válidas si ambas cuestiones no se hubieran dilatado tanto en el tiempo. No es de recibo ni comprensible que asuntos de índole menor, y nada complejos en su resolución, lleven años pendientes y pasando de legislatura a legislatura".
