Confundir Estado con Partido es una tentación de los totalitarismos políticos. Dichas tentaciones no escapan a los sistemas democráticos de baja calidad desde el punto de vista de ciertos comportamientos políticos de algunos Partidos. Un ejemplo claro en el ámbito local, concretamente en Manzanares, es el Partido Socialista que desde que ha comenzado el año electoral de 2019 lanza mensajes a los ciudadanos arrogándose la autoría partidista, que no de gobierno, de la acción del Consistorio Municipal de coalición entre dicho Partido e Izquierda Unida. Sus mensajes publicitarios preelectorales aseguran, en una campaña publicitaria bajo la etiqueta #dichoyhecho, que el PSOE ha remodelado el caso urbano antiguo mediante la creación de centenares de empleos, así como que el PSOE ha recuperado el Parque del Polígono. Y cabe esperar que cada dos o tres días esta compaña sume nuevas notas.
Dicha campaña apoya su mensaje en imágenes del Partido Socialista con el uso en exclusividad de su logo y su color corporativo sin referencias a la acción institucional del Ayuntamiento. Ante dichos anuncios cabe preguntarse cuánto dinero ha gastado el PSOE de Manzanares en arreglar el Parque del Polígono o el caso urbano antiguo. El PSOE no se ha gastado ni un euro en hacer lo que predica que ha hecho. El dinero como siempre sale del bolsillo de los ciudadanos a través de los impuestos, y aunque los fondos lleguen del Estado, de la Junta de Comunidades o de la Diputación, el dinero siempre ha salido del mismo sitio, del bolsillo de los ciudadanos. Y ahí está la gravedad, que el PSOE se apropia del dinero de los ciudadanos y vende como suyo lo que los vecinos han pagado de su bolsillo.
Si el PSOE de Manzanares no se hubiera dejado llevar por la tentación del totalitarismo, y la confusión de lo público con lo partidista, podría con más respeto a los ciudadanos, decir, por ejemplo, que el actual Equipo de Gobierno Municipal de Manzanares, compuesto por su Partido más IU, a lo largo de la legislatura han gestionado el municipio con los resultados que ahora exhiben e igual sería más comprensible. Para UPYD Manzanares lo rechazable es la constante apropiación partidista en beneficio propio, a la que nos tienen acostumbrados algunos Partidos, que predican el amor al pueblo, de manera narcisista, confundiendo las Instituciones con sus cortijos o pesebres en los que se ufanan, sin pudor alguno, de alimentar a ese pueblo que dicen querer cuando con dichos comportamientos lo que hacen es generar una sociedad condicionada, dependiente y sometida.
