martes. 23.04.2024

El Portavoz de UPYD, Jerónimo Romero-Nieva Lozano, y de nuevo candidato a la alcaldía de Manzanares, ha adelantado que, como ya se hizo en las elecciones municipales de 2015, de nuevo una de sus iniciativas centrales del programa de UPYD, y específicamente en el área educativa, es la propuesta de demandar la dotación de la presencia de Enfermería Escolar en los centros para la mejor atención a niños con necesidades sanitarias específicas, y el aprovechamiento de dicha figura para que en el ámbito de sus competencias profesionales de educación para la salud se fomente una enseñanza enfocada hacia una vida más saludable.

Según Cristina Roldán Fernández, enfermera experta en enfermería escolar, la figura de la enfermera escolar es una gran desconocida, incluso dentro del propio ámbito sanitario. Se suele asociar a manzanillas y tiritas, “olvidándose del gran abanico de funciones que desempeñamos diariamente”. 

Entre otras funciones, la figura de la enfermera escolar sirve a los centros educativos como unidad de apoyo para el total desarrollo de programas que mejoren los estilos de vida de la población escolar. Asume una triple función: función asistencial; de promoción de la salud y de prevención de enfermedades y conductas de riesgo a través de Programas de Educación para la Salud enfocados a alimentación, higiene corporal y ambiental, prevención de accidentes, primeros auxilios, sexualidad, consumo de tabaco y otras drogas; y fomentando el autocuidado en temas de salud.

Incorporando enfermería escolar en las escuelas se asegura una continuidad en los temas de Educación para la Salud y, año tras año, los conocimientos se van ampliando y afianzando hasta convertirse en hábitos. La eficacia de estas iniciativas es mayor en el caso de acciones continuas y no campañas puntuales. Está demostrado que los niños y jóvenes que son sanos, física y emocionalmente, y que reciben su educación en un entorno adecuado, tienen más autoestima que aquellos que no poseen las mismas ventajas.

Además de la labor meramente asistencial en accidentes y urgencias que ocurran a todo el alumnado y comunidad educativa dentro del horario escolar, también la enfermería escolar es una herramienta útil en la identificación precoz de problemas de salud para su correcta derivación y solución. Donde existen las enfermeras escolares realizan cada día su propia historia de enfermería y protocolos de actuación concretos para cada grupo escolar. Controlan a los alumnos con alguna enfermedad crónica (diabetes, asma, epilepsia) para su normalización dentro del centro. La recogida y custodia de informes médicos, autorizaciones de administración de medicamentos, circulares, etc. también son competencia de la enfermera escolar.

La enfermera escolar es nexo de unión entre en el centro educativo y el resto de los organismos sanitarios de la comunidad. En los centros educativos donde existe esta figura es muy valorada la función de asesoramiento a familias y personal del centro en todos los aspectos relacionados con la salud. Y sobre todo en lo relacionado con el control de las alergias e intolerancias alimentarias.

La etapa de la niñez y adolescencia es delicada y vulnerable, pues la población se encuentra en proceso de formación de hábitos, creencias y competencias, que permitirán desarrollar el propio concepto como persona. De ahí, que la figura de la enfermera escolar signifique no sólo la aportación profesional de conocimientos, sino una puesta por la calidad de la Educación para la Salud.

UPYD-Manzanares retoma su propuesta de 2015 sobre la enfermería escolar