viernes. 29.03.2024

La publicación realizada en Twitter por el grupo ecologista Greenpeace no puede más que abochornar a cualquiera que tenga un mínimo conocimiento del funcionamiento del entorno rural y de los ecosistemas que existen en nuestra comunidad.

En un alarde de odio ante todo lo que no entienden, Greenpeace tilda de “prácticas destructivas” la actividad de todo un sector, el cinegético, que no sólo es de una relevancia económica enorme para nuestra región y significa el sustento para miles de familias, sino que representa un valor cultural y social desde los albores de la especie humana, como evidencian las pinturas rupestres salpicadas, por ejemplo, en nuestro Valle de Alcudia y a lo largo de toda nuestra geografía nacional.

AtaqueCazaGreenpeace

No obstante, el valor de la caza trasciende a su antigüedad; es mucho más, es un bien cultural que se demuestra de rabiosa actualidad en nuestros suculentos y tradicionales platos “de caza” para el deleite de cualquier comensal, en las comidas de amigos a la luz de la lumbre, en la hermandad que los cazadores exhiben en defensa de lo que es de todos, porque la caza es de España.

Además de su valor histórico, cultural y social, la caza realizada de forma legal y ordenada es fundamental también desde un punto de vista ecológico por alentar la conservación de especies animales como el lince ibérico, por mejorar las infraestructuras rurales, por evitar incendios, por combatir la despoblación en el entorno rural y por invertir, de forma voluntaria y sin imposiciones, muchos millones de euros en que los ecosistemas se mantengan. ¿No es esto un claro compromiso con la naturaleza a todos los niveles?

¿Puede alguien dudar del compromiso con la naturaleza del cazador y cetrero, ya fallecido, D.Félix Rodríguez de la Fuente? ¿Alguien acaso duda del amor por los animales del conocido presentador, Frank Cuesta, que hace unos días reivindicaba el valor de la caza y reconocía que VOX ha sido el primero en preocuparse en su defensa? Pues, del mismo modo, acusar a VOX por apoyar la caza de “no tener un compromiso real con Castilla-La Mancha” es una mentira y una infamia. ¿Quién puede tener más interés por cuidar de la naturaleza que quien vive de ella y en ella?, ¿quién en su sano juicio puede dudar del compromiso de la España rural por el mundo rural?, ¿un burócrata afincado en una macrociudad que vive de las subvenciones?. Eso nos tememos.

Entre tanto, mientras VOX se posiciona claramente a favor y el PP intenta sacar tajada de un asunto del que nunca ha hecho bandera, el PSOE no hace ninguna mención a la caza en su programa electoral; si acaso una pequeña reseña sobre el sector cinegético para el que sólo pretenden procurar la plena incorporación de la mujer. ¿Eso es defender la caza? De lo que sí habla este PSOE de Pedro Sánchez es de “impulsar la fiscalidad ambiental”, es decir, la reivindicación de los grupos anticaza, como Greenpeace, dirigida a machacar con impuestos a la ya esquilmada España rural.

¿A qué espera el señor García-Page para enfrentarse a su partido, el PSOE, por atacar la caza y recoger las reivindicaciones de los grupos anticaza? ¿Acaso no va a obrar tal y como prometió?

VOX defiende y defenderá sin complejos al mundo rural en todas las instituciones y no cederá ni un milímetro en la defensa de España, de su unidad, de su cultura, de sus tradiciones, de sus costumbres y de su desarrollo económico, porque VOX sólo tiene una razón de ser y un motivo por el que existir: ¡Por España!. 

Para VOX la caza es patrimonio cultural, social, económico y ecológico