domingo. 28.04.2024

El trabajo, compuesto por el pianista y compositor Rafael Rabay, también jurado del concurso, incluye, además de copla y flamenco, -los estilos sobresalientes del cantante-, baladas, boleros, ritmos latinos y un género innovador parecido a los verdiales, del que destaca el tema ‘Amores prohibidos’. En el escenario tampoco faltaron temas tradicionales que el autor está acostumbrado a interpretar, como ‘Las campanas de Linares’ de Rafael Farina.

La desaparecida Marifé de Triana, su artista referente, llegó a llamarle ‘su digno sucesor’, entre otros motivos por atreverse a cantar temas suyos a los que ningún hombre había dado voz antes, como ‘La encrucijada’ o ‘La Loba’. Su paso por el programa ‘Se llama copla’ supuso un giro de trescientos sesenta grados ayudándole a superar su timidez, y su victoria, un sueño que no esperaba alcanzar debido al alto nivel del resto de participantes. En cuanto a la fama, Jonathan afirma que cuando se baja del escenario sigue siendo un chico sencillo, amigo de sus amigos y dispuesto a colaborar con todo tipo de causas. Aun así, a sus 27 años, ha tenido que utilizar en más de una vez el coche oficial para trasladarse debido a la gran afluencia de público, sobre todo en su ciudad natal, la Línea de la Concepción.

Para este verano tiene actuaciones previstas en Gibraltar, Sevilla, Ciudad Real o Madrid, y se siente afortunado porque no le falta trabajo. Con respecto a la situación de la copla, considera que se encuentra en un momento delicado, porque despierta el interés mayoritariamente en las personas mayores. No obstante, la aparición de programas como el que le vio nacer o el castellano-manchego ‘A tu vera’ han propiciado que aumente el gusto por este género. 

La voz de Jonathan Santiago llenó la Plaza Mayor de La Solana