Una quincena de alumnas venidas de diferentes puntos de la geografía española (Córdoba, Cádiz, Badajoz y varios pueblos de Ciudad Real) aprenden la técnica de la blonda, conocida genuinamente como el tipo de encaje español por excelencia, que adquiere su mayor exponente en la mantilla almagreña. Pero también se adentraran en el tönder, un tipo de encaje danés de fondos de tul.
El concejal de Cultura, Pedro Torres, ha sido el encargado de inaugurar el curso y dar la bienvenida a este grupo de mujeres que en su mayoría repiten y vuelven a Almagro cada mes de septiembre para seguir aprendiendo más sobre este dos tipo de encajes.
Durante los once días de duración del curso aprenderán el punto de lenzado, el encontrao o filigrana que se emplea para rellenar espacios entre los motivos florales o el medio punto. La tradición encajera continua muy patente en nuestros días y sigue desarrollándose esta antiquísima técnica que data del siglo XVIII en la época de Felipe V y que Rita Lambert trajo a Almagro, así como, a otros puntos del Campo de Calatrava.
