Marta García, que ha presentado los resultados de este proyecto en la localidad conquense de Tarancón, ha destacado que este proyecto -llevado a cabo por primera vez en Castilla-La Mancha- se ha hecho para “recuperar y normalizar los topónimos, los nombres con los que conocemos los lugares”.
En este sentido, ha recordado que nuestra región era “la única de toda España que no había emprendido un proyecto de esta naturaleza”, para continuar asegurando que “lo hemos hecho y vamos a continuar haciéndolo”, con el objetivo de “alcanzar todo el mapa de Castilla-La Mancha”.
En su intervención, la consejera de Fomento ha detallado que esta iniciativa se ha realizado ya en 27 poblaciones castellano-manchegas, de las comarcas de Tarancón, en Cuenca, y Los Yébenes, en Toledo. Cabe destacar que, de los 12.000 topónimos recuperados, 600 pertenecen a Tarancón.
Asimismo, ha constatado la utilidad de estos hallazgos que, una vez normalizados, se van a incluir en los mapas oficiales y van a poder ser consultados en la página web de la Junta de Comunidades, en google maps y todas aquellas páginas web que toman como referencia los datos oficiales del Gobierno de Castilla-La Mancha. Con esta información, cualquier persona que quiera visitar estos lugares podrá localizarlos fácilmente, así como saber la razón de su denominación, es decir, su historia.
La titular de Fomento ha elogiado este proyecto, “que va a permitir identificar parajes en nuestra geografía por su interés turístico”, así como “desde el punto de vista de la investigación y del respeto y cuidado de nuestra cultura y tradiciones”. En este aspecto, se ha referido a que la propia ONU califica la preservación y recuperación de topónimos como parte del patrimonio cultural inmaterial de los ciudadanos.
Un proyecto que se construye gracias a la memoria colectiva
Los avances en la recuperación de nombres geográficos o topónimos “olvidados” en los mapas actuales de Castilla-La Mancha son fruto del trabajo conjunto entre el Gobierno regional, la sociedad castellano-manchega y el personal cualificado, formado por geógrafos y lingüistas.
García de la Calzada ha agradecido a todos los vecinos que han ayudado en el desarrollo de este proyecto, “porque la mayor parte de estos nombres ya sólo quedan en la memoria colectiva de nuestros mayores, y sin ellos hubiera sido imposible recuperar los topónimos, tan importantes para preservar nuestra cultura”.
Además, ha señalado que estos nombres de lugares tiene un origen muy diverso, “ya sea geográfico por las características orográficas, originados por acontecimientos históricos que han marcado el lugar, o por la fauna o la flora especial de la zona”. Asimismo, ha constatado que estos topónimos revelan la evolución lingüística de nuestra lengua, motivo por el que “es una fuente de riqueza cultural conocerlos”.
