García-Page se pronunciaba de esta manera esta mañana, durante su visita la Serranía de Cuenca, haciendo referencia a informaciones publicadas hoy en ese sentido que señalan que, en ese informe del CSN, el director técnico de Seguridad Nuclear de este organismo regulador estatal expone a la empresa encargada de la obra sus “dudas” en un extenso informe en el que advierte de múltiples deficiencias en la documentación prsentada.
“Hasta ahora estábamos en contra del basurero nuclear por razones de dignidad, de la gente y de la región, y por razones económicas, pero también tenemos serias dudas sobre la seguridad de los terrenos después de conocer este informe”, añadía Page.
Por lo tanto, insistía en que “antes de seguir dando pasos para iniciar la construcción, tanto el Gobierno de Cospedal como el Ministerio de Industria tienen que dar muchas explicaciones y aclarar muchas dudas” de las que plantea el CSN
Ley para blindar los servicios, las infraestructuras y las telecomunicaciones en las zonas rurales
En otro orden de cosas, García-Page también comprometía una Ley específica para las zonas rurales de Castilla-La Mancha. Se trataría, según explicaba, de una norma “con la que blindar y dejar claros cuáles son los derechos y los servicios sanitarios, educativos y de telecomunicaciones” en el mundo rural, así como evaluar cuáles son las infraestructuras esenciales.
“Es dinero, claro, pero nos jugamos mucho, casi todo, en una región como ésta intentando fijar la población en este tipo de zonas”, insistía. Y lo hacía después de mantener una reunión, con los padres de niños afectados por el cierre de escuelas rurales que ha llevado a cabo el Gobierno de Cospedal, más de 60 en toda la región y más de la mitad de todos ellos, en la provincia de Cuenca.