La previsión de inversión y creación de empleo sería proporcional al número de parados, eso significaría en España más de 2,5 millones de puestos de trabajo, sólo por esa vía y con esa financiación. La previsión para Castilla-La Mancha sería de 100.000 nuevos puestos de trabajo en un periodo de 10 años.
Ese plan de reindustrialización tendría especial incidencia en las comarcas en declive y zonas rurales (por ejemplo, corredor del Henares, zonas mineras, comarca de Puertollano, La Sagra, Talavera, zonas de Cuenca golpeadas por el parón de las renovables, de Albacete, como Almansa y Hellín y en cada una de las cinco provincias de la región lugar según las circunstancias existentes).
Daniel Martínez, Coordinador regional de IU, ha puesto de manifiesto que “el desmantelamiento del tejido industrial, especialmente renovables y nuevas tecnologías, ha supuesto para nuestra región paro y recesión económica, y lo que puede ser aún peor, la falta de alternativas de empleo a esos sectores y a la construcción”.
La propuesta de IU recoge que La política industrial europea debe integrar tanto los sectores tradicionales (minería, en nuestro caso concreto) como los emergentes (energías renovables), con un adecuado nivel de inversión e I+D+i. La Investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación (I+D+i) son ámbitos fundamentales para un desarrollo social y ecológicamente sostenible, siendo prioritario aumentar la inversión en conocimiento, reforzando los campos de la investigación, la innovación, la educación y la formación permanente.
