viernes. 26.04.2024

Para Medianero, “los estudios muestran que no hay mejoría consistente y/o significativa en los resultados escolares de los países en los campos o aspectos evaluados. Más bien se observan efectos negativos, así como debilidades técnicas y problemas de comparabilidad entre ellas. Por eso, rechazamos este tipo de exámenes memorísticos porque sólo tienen en cuenta lo que el alumnado hace en el momento de realizar las mismas, limitando la valoración del progreso del alumnado al rendimiento académico medido en el momento de la prueba, sin contemplar los avances del alumnado en su proceso y despreciando además otros elementos cualitativos, así como las circunstancias personales del alumnado, que sólo pueden ser valoradas adecuadamente por el profesorado que las conoce y que ha estado presente y acompañado el proceso de aprendizaje.

Además, Medianero ha explicado que existen “efectos negativos colaterales” a estas pruebas. Así, destaca “la desconfianza y deslegitimación del profesorado; la degradación de contenidos porque se termina estudiando solo lo que se examina o el coste económico y el gran negocio que supone para grandes empresas privadas.

Medianero ha concluido explicando que “desde IU entendemos que la evaluación ha de ser integral (que analice todos los factores que intervienen) del sistema educativo y que no pierda el carácter formativo (orientada a la mejora). En la educación, y más aún en la obligatoria, la evaluación debe tener una función formativa, de ayuda al aprendizaje. Una carrera constante de obstáculos y superación de pruebas y reválidas al final de cada etapa es antipedagógica, sancionadora y excluyente. Es apostar por un modelo de enseñanza basado en la presión del examen, frente a otro centrado en las necesidades y motivaciones del alumnado. Esta es la apuesta de Izquierda Unida desde un enfoque pedagógico.”

Izquierda Unida apoya la huelga educativa del 26O contra las reválidas