Lo ha avanzado esta mañana durante la inauguración de la “XVII Conferencia Agraria” organizada por la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) en Ciudad Real, en la que ha querido tranquilizar a los productores ecológicos que, ante la delicada situación que traviesa el sector, habían solicitado a la Junta la prórroga de las ayudas.
La consejera ha indicado que confía en que Bruselas acepte esta ampliación excepcional a un sexto año. Eso supondría habilitar unos fondos extra de 16,6 millones de euros –cofinanciados por la UE, el Ministerio y la Junta de Comunidades-, que se sumarían a los 64 millones iniciales previstos para 2013 para la agricultura y ganadería ecológicas de Castilla-La Mancha.
Los 16,6 millones beneficiarían a 1.921 productores. De estos, 1.611 son de agricultura ecológica; 190 de apicultura; 61 de razas autóctonas en peligro de extinción y 59 de ganadería ecológica. La Junta de Castilla-La Mancha, ha explicado Soriano, espera una respuesta de la Unión Europea antes del mes de marzo.
Plan de reestructuración y transformación del olivar
Uno de los sectores más beneficiados por la posible ampliación de las ayudas sería el del olivar, cultivo en el que Castilla-La Mancha es líder nacional en superficie ecológica, y al que ha estado dedicada la “XVII Conferencia Agraria” de ASAJA.
En este sentido María Luisa Soriano ha explicado que, a pesar de representar el 16 por ciento de la superficie nacional, la región sólo concentra entre el 7 y el 8 por ciento de la producción de aceite. Por ello, ha expuesto la necesidad de que el olivar castellano-manchego pase de su actual modelo de producción extensivo a otro más intensivo, para lo que la Junta de Comunidades trabaja en su Plan de reestructuración y transformación.
Esa intensificación conlleva “un mayor número de árboles por hectárea, con marcos de plantación más pequeños y con olivos a un solo pie que faciliten la recolección mecanizada, para tener así un olivar más rentable”, ha detallado.
En lo que respecta a la comercialización, Soriano ha insistido en la necesidad de integrar la oferta a través de la fusión de cooperativas, “al menos en su vertiente comercial”, ya que eso les permitirá “ganar fortaleza de cara a los mercados y mejorar la internacionalización del producto embotellado, que tiene mayor valor añadido”.