Entienden que las demandas de los grupos ecologistas han pesado mucho más que las de todo un sector cinegético. En este sentido, la Consejería ha prohibido las autorizaciones por control de daños así como el Control de Predadores en los Planes de Ordenación Cinegética, lo que supondrá no sólo un incremento de la burocracia administrativa sino un grave problema para la efectividad en los daños producidos en parcelas agrícolas o en la recuperación de las especies de caza menor.
La Mesa de la Caza responsabiliza al Consejero de los futuros conflictos que, sin duda alguna, se generarán entre cazadores y agricultores por no poder paliar estos últimos los daños que las especies cinegéticas producen cada año a las cosechas.
Por otro lado el sector cinegético considera que, además de las limitaciones de los Planes de Ordenación Cinegética, la reducción a 500 has. de las zonas de reserva para las especies de caza menor, la prohibición del calibre 22, el desarrollo de conceptos y definiciones deficientemente clarificados o el incremento del régimen sancionador son motivos más que suficientes para que, todas las organizaciones que conforman la Mesa Regional en Defensa de la Caza, rechacen por completo el texto de esta nueva ley e insten al gobierno regional a aceptar en este proceso de información pública las propuestas del sector.
En caso contrario, las asociaciones del sector cinegético han contemplado la posibilidad de realizar movilizaciones, aunque esperan que se pueda producir el consenso, ahora sí, con el sector cinegético.