La familia es la que más determina los comportamientos, valores, actitudes, pensamientos, prejuicios (tabúes) y estereotipos.
La familia debe educar a cómo comportarse en público, a la tolerancia, el respeto, la higiene.
Los hijos se preguntan sobre los cambios y sensaciones, los sentimiento y las formas de expresión de la sexualidad.
Los padres debemos entender la sexualidad de manera positiva, saludable y responsable ya que los jóvenes desean encontrar comprensión e información en un entorno familiar.
La homosexualidad es otra forma de vivir la sexualidad, la convivencia, comunicación e intereses, no se elige, si se elige tener conductas homosexuales o heterosexuales. Por lo que es importante la aceptación y la información objetiva.
La realidad es que nuestros hijos están iniciando sus relaciones sexuales entre los 16 y los 18 años, incluso antes. Ellos mismos solicitan información mucho antes, a los 15 años lo más tarde.
La consecuencia de una relación sexual de riesgo implica mucho sufrimiento para el adolescente y su familia: embarazos no deseados, abortos, infecciones, ETS, etc.
Lo que se vive antes de los 12 años determina las conductas de la adolescencia, “Habla con ellos”.
1. A partir de los tres años hacen preguntas sobre las diferencias entre hombres y mujeres. Contesta de manera sencilla y clara.
2. En la preadolescencia, a partir de los 8-10 años nos preguntan acerca de la reproducción y los cambios en la pubertad. Responde con naturalidad, puede ayudarte algún libro o dibujo.
3. En torno a los 11 años son conscientes de los cambios que experimenta su cuerpo. Tienen información muy diversa y están “hechos un lío”. Aclárales, explícales en qué consiste la sexualidad, ligada al afecto, los sentimientos, las sensaciones, al amor. Habla del embarazo.
4. A partir de los 13 años respeta su intimidad. Busca momentos para hablar con ellos. Transmíteles que una vida sexual activa implica responsabilidad. Las noticias, programas o películas que hablen del embarazo, métodos anticonceptivos o ETS son buenos momentos para abordar estos temas fácilmente con naturalidad.
Necesitan tu apoyo para corroborar que sus pensamientos y sentimientos son naturales, normales y no, causa de vergüenza o culpabilidad.
Para favorecer un clima de confianza y de comunicación positiva hemos de saber escuchar, prestar atención a sus preguntas y responderles con naturalidad, exponiéndoles lo que pensamos y por qué. Siendo tolerantes y respetuosos con sus ideas y opiniones, no juzgarlos a pesar de que puedan mantener puntos de vista distintos a los nuestros.
Consejos para una comunicación necesaria:
- Muéstrate accesible a sus preguntas
- Responde con sinceridad
- Con humor
- Infórmate
- No diferencies por género
- Comparte tus valores con tus hijos
- Enséñales a enfrentarse a la “presión” del entorno
- Ayúdales a disfrutar de una sexualidad responsable
Seguro que lo harás muy bien. Suerte.