viernes. 29.03.2024

Lactancia materna y ecología

El desarrollo sostenible significa el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer las capacidades de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades. La lactancia materna es clave para el desarrollo sostenible ya que vincula la lactancia materna con la nutrición y la seguridad alimentaria; la salud con el desarrollo y la supervivencia;  la lactancia materna es la práctica ambientalmente sostenible de alimentación por excelencia en comparación con otras alternativas.

Lactancia materna=cero impacto ambiental

La Lactancia materna es una práctica natural de alimentación, y como tal contribuye de muchas formas al desarrollo sostenible.

En primer lugar, porque su impacto ambiental es cero: producir la leche que las madres tenemos para nuestros bebés y dársela a ellos supone que:

- se consumen cero recursos naturales,

- se contamina cero en todo el proceso,

- se generan cero residuos en todo el proceso.

[Habitualmente, el único residuo es el de los discos absorbentes de algodón en ciertos momentos de la lactancia, pero incluso estos muchas madres no los usan, porque la lactancia puede estar funcionando  perfectamente sin que la leche gotee o salga sola del pecho].

¿Qué impacto ambiental tiene la lactancia artificial?

Se necesitan más vacas y por tanto más pastos, pienso y agua para la alimentación del ganado. Grandes extensiones de terrenos que se podrían utilizar para el cultivo de alimentos o para mantener los espacios verdes.

El pienso está compuesto de cereales. Esto hace que hayan más tensiones en los mercados mundiales de materias primas cuando los cereales se destinan a alimentar ganado en lugar de destinarlos a consumo humano.

Para la fabricación de la leche artificial son necesarias grandes industrias para el procesado de la leche.

La leche artificial no solo contiene leche de vaca. Además contiene por ejemplo aceites vegetales y almidón entre otros.

Se consumen grandes cantidades de envases de materiales muy contaminantes (plástico, aluminio...), así como cartón, con la consiguiente merma de materias primas, casi todas no renovables.

Se consumen grandes cantidades de combustible para el transporte: el transporte tanto de la leche antes de su procesado como el transporte necesario para la distribución de la leche ya envasada a los distintos puntos de distribución.

Se consumen grandes cantidades de biberones, tetinas y utensilios varios como calienta biberones, cepillo limpia biberones, etc...

La gran mayoría de biberones son de plástico y tetinas de silicona, materiales contaminantes.

El calienta biberones, por ejemplo, además consume energía.

Se consume agua y energía para la esterilización de biberones y accesorios. Y para la preparación del biberón.

Supone un importante coste económico para la familia... y para toda la sociedad.

Foto de Unicef en la Semana Mundial de la Lactancia.

Lactancia Materna y Ecología