La OMM publica anualmente una Declaración sobre el estado del clima mundial. La Declaración
provisional correspondiente a 2013 aporta una instantánea de las temperaturas regionales y
nacionales. Asimismo, incluye detalles sobre las precipitaciones, las crecidas, las sequías, los
ciclones tropicales, la cobertura de hielo y el nivel del mar. La Declaración se ha publicado hoy para
información de los negociadores que asisten a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático en Varsovia (Polonia).
El período comprendido entre enero y septiembre de 2013 fue más cálido que el mismo período
de 2011 y de 2012, en que La Niña provocó un enfriamiento. Durante los nueve primeros meses de
2013 no se dieron condiciones características de La Niña ni de El Niño y no se prevé que aparezcan
antes de finales de año. El Niño/La Niña es un importante factor condicionante del clima y cabe
señalar que en los dos años más cálidos desde que se mantienen registros, 2010 y 1998, se
produjeron episodios de El Niño.
A diferencia de en 2012, en que se observaron temperaturas máximas anuales sin precedentes, en
particular en Estados Unidos de América, en 2013 las temperaturas altas más extremas se han
registrado en Australia.
“Hasta la fecha, las temperaturas del presente año son aproximadamente las mismas que las
temperaturas medias de 2001-2010, que fue el decenio más cálido jamás registrado,” dijo el
Secretario General de la OMM, Michel Jarraud. “Todos los años más cálidos se han dado a partir de
1998 y este año, una vez más, continúa la tendencia subyacente a largo plazo. Actualmente, los
años más fríos son más cálidos que los años más calurosos anteriores a 1998, manifestó.
“Las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero
alcanzaron nuevos máximos históricos en 2012 y prevemos que volverán a alcanzar niveles sin
precedentes en 2013. Ello significa que estamos abocados a un futuro más caluroso”, añadió el
señor Jarraud.
Hielo marino del Ártico
El hielo marino del Ártico se ha recuperado ligeramente después de que se produjera una fusión de
grandes proporciones y sin precedentes en 2012, pero en 2013 todavía se ha observado uno de los
niveles más bajos jamás registrados. Desde los inicios de las mediciones satelitales en 1979, en el
decenio de 2001-2010 se ha dado el mayor promedio anual de fusión del hielo marino del Ártico del
que se tengan registros, dándose los siete valores más reducidos de esa superficie desde 2007
hasta la fecha.
Según el Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielos de Estados Unidos, el 15 de marzo la
superficie del hielo marino en el Ártico alcanzó su máxima extensión anual, a saber 15,13 millones
de kilómetros cuadrados, o sea aproximadamente 0,5 millones de kilómetros cuadrados menos que
la media del período 1981-2010. Según la Universidad de Colorado (Boulder, Estados Unidos), la
superficie de hielo que data de hace más de cuatro años se ha reducido, pasando del 18 por ciento
de la máxima cobertura de hielo en marzo, que se dio en 1984, al 3 por ciento en 2013, lo cual es
indicio de que la fusión se está produciendo a mayor velocidad.
La superficie del hielo marino del Ártico alcanzó la mínima extensión de su ciclo anual el 13 de
septiembre, a saber 5,10 millones de kilómetros cuadrados, o sea la sexta menor jamás registrada.
Esa cifra fue inferior en un 18 por ciento, o en casi 1,1 millones de kilómetros cuadrados, al promedio
mínimo de 1981–2010. No obstante, fue mayor que el récord mínimo de 3,41 millones de kilómetros
cuadrados observado en septiembre de 2012. De junio a agosto de 2013 prevaleció una presión
atmosférica inferior al promedio en gran parte del océano Ártico, lo que limitó el transporte de calor
desde el sur y provocó una mayor nubosidad, contribuyendo a que se dieran unas temperaturas más
bajas en comparación con el año anterior. Además, debido a los vientos asociados, la cobertura de
hielo adquirió mayores proporciones y abarcó una superficie mayor.