Según la presidenta de Afibroval, Paqui Sánchez-Paniagua Salas, el objetivo de este mercadillo es recaudar fondos para las actividades que realizan y las terapias a las que se someten quienes padecen Fibromialgia: psicólogos, yoga, masajistas, entre otros: “Nosotras por nuestra enfermedad sufrimos más contracturas que otras personas y necesitamos de terapias que nos ayuden a tener algo de calidad de vida”.
Sánchez considera que hay personas que no se creen esta enfermedad, pero “aunque el dolor no se ve, existe, está dentro y como toda enfermedad hay que respetarla”.
Afibroval, es la Asociación de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Valdepeñas que actualmente cuenta con 145 socios, de los cuales “no todos son afectados”, añade Paqui Sánchez, quién también aconseja a quien padezca esta enfermedad que se una a la asociación porque eso les ayuda: “En Valdepeñas hay muchos afectados pero se encierran en sí mismos y no dejan que nos acerquemos, ni tan siquiera su familia, y esto es porque caen en una depresión, de ahí que necesitemos psicólogos. El dolor no se va a ir, pero hay que ser positivos y tener la autoestima alta”.
Un mercadillo que en ediciones anteriores se celebraba en la Plazoleta Balbuena pero que este año ha cambiado su ubicación, porque según la presidenta de esta asociación “para nosotras estar tres días montando y desmontando mesas nos suponía estar después muy enfermas, durante mucho tiempo y por ello el Ayuntamiento, al que damos las gracias, nos ha cedido al Auditorio”.
El horario de este Mercadillo es el habitual de los comercios.
