Una treintena de agricultores de Valdepeñas van a comenzar con esta vigilancia a partir de este jueves para evitar la indefensión que según Alcaide sienten ante los robos. “Estamos en contacto con la Policía, y creemos que se han evitado robos, pero tarde o temprano se cometen, porque el mal de fondo está: una legislación permisiva, falta de vigilancia y de interés en el campo y no controlar donde van a parar los materiales robados para acabar con las mafias”.
Su labor consiste en vigilar las fincas situadas en los alrededores de la ciudad, y si ven cualquier sospecha de que se pueda estar cometiendo un robo, llamar inmediatamente a la Policía para que acuda.
Según el responsable de Asaja, en las últimas dos o tres semanas se han producido dos robos de mayor envergadura, donde se han sustraído cinco motores y se ha intentado robar alguno más.