jueves. 28.03.2024

El agua embalsada en Castilla La Mancha, hasta el pasado 20 de junio, ascendía a 1.603 hectómetros cúbicos, lo que representa un 27,88 por ciento de la capacidad de almacenamiento hídrico de la región. Hace un año el nivel era superior al 41 por ciento, con 784 hectómetros cúbicos más que ahora. En Valdepeñas, localidad conectada a dos embalses, la situación es algo más desahogada, aunque igual de preocupante a largo plazo. El embalse de Fresnedas, principal fuente de suministro a la localidad, almacena 6 hectómetros cúbicos, de los 13 que le caben. Al de La Cabezuela, con capacidad para 43 hectómetros cúbicos, le quedan 17. Sumando los dos, tienen un nivel de ocupación del 41 por ciento (23 hectómetros, de 56 posibles).

El jefe del servicio de Aqualia en Valdepeñas (empresa suministradora), José Antonio Fernández Galán, recalca que Valdepeñas tiene el “privilegio” de estar conectada a dos embalses. Aunque ahora las reservas acumuladas están por debajo del 50 por ciento del máximo, el técnico señala que el suministro está asegurado a corto y medio plazo. Explica que son las Confederaciones Hidrográficas del Guadiana y el Guadalquivir, titulares respectivamente de La Cabezuela y Fresnedas, quienes “juegan” con la altura de embalses, que están interconectados. Con todo, Fernández admite que la situación sería preocupante, si transcurre un año más sin llover.

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EFICIENCIA Y PROGRESIVIDAD

Fernández Galán señala a otros dos factores más a favor del buen suministro: el alto rendimiento de la red, que alcanza a un 80 por ciento, y el modelo de facturación progresiva implantado en la ciudad desde 2008. Según Fernández, las pérdidas de caudal de sólo el 20 por ciento, por pequeñas fugas o por error en contadores, hace que la red de Valdepeñas destaque por su eficiencia sobre la mayoría de municipios.

El sistema de facturación, que prima el ahorro y penaliza el abuso, ha reducido el consumo un promedio anual de 300.000 metros cúbicos de agua; casi un millón de litros consumidos menos cada día.

José Antonio Fernández, al frente de Aqualia en Valdepeñas desde 2010, no recuerda desde entonces que el nivel de los embalses haya bajado tanto. En el de La Cabezuela, en la zona del puente de la carretera de Cózar, ha emergido el viejo puente, varios metros por debajo del actual. Cosa que nadie recuerda que haya sucedido desde que este pantano, construido a finales de la década de los 80, se llenase por primera vez en su totalidad, en el invierno de 1996. El jefe del servicio insiste en que si Valdepeñas se queda sin reservas, las demás localidades lo estarán pasado mucho peor. Ya hay ayuntamientos, como el de El Robledo, en la comarca de Los Montes, que han emitido bandos apremiando a la población para que ahorre agua y previniendo de posibles restricciones.

CONSUMO MUY CONTENIDO

Fernández indica que los mensajes de concienciación nunca sobran, pero subraya que en Valdepeñas no falta conciencia: el consumo está muy contenido y el gasto per capita es muy bajo; más aún en las empresas, máximas responsables del ahorro de agua que Valdepeñas presenta.

Para terminar José Antonio Fernández recuerda la instalación de la nueva tubería de fundición, que une el depósito regulador con la red de abastecimiento urbano. Ya nadie recuerda las frecuentes roturas y cortes del servicio de la vieja tubería de fibrocemento. “Tuvimos un problema grave, pero le dimos una buena solución”.

Un año más sin lluvia sería “preocupante” para el suministro de agua en Valdepeñas