La violencia machista puede producirse de muchas formas; a menudo, la identificamos en su mayor extremo: la agresión física. Pero también se manifiesta de otros modos tales como la violencia verbal, los celos, agresiones sexuales, los intentos de aislamiento social, y el control de la pareja, entre otros.
Sobre este último aspecto versa la campaña de Cruz Roja Juventud, con el objetivo de que seamos capaces de identificar qué es el control, cómo se produce y qué podemos hacer para combatirlo.
Existen diversos tipos de control que pueden aceptarse como algo normal dentro de las relaciones de pareja, como por ejemplo, el control sobre la vestimenta, o sobre las actividades de ocio con las amistades, revisar las llamadas de teléfono y mensajes que se reciben, o limitar las amistades en redes sociales. Estos ejemplos se han propuesto a la población para invitar a la reflexión sobre sus propios comportamientos a los viandantes preguntándoles si “cambiarían su forma de vestir por su pareja o si dejarían a sus amigos si se lo pidieran”; en esto ha consistido la actividad “cuestión de pareja”, una de las propuestas para éste día en la que también se han escrito mensajes de solidaridad en un post-it que los voluntarios han colocado en un gran lazo morado.
Una docena de voluntarios han recogido mensajes como “la violencia no genera amor, lo destruye”, “defiende tu libertad, tus derechos, se tu misma” o “nadie es más que nadie”, señala la referente del programa Perspectiva de Género y Coeducación de Cruz Roja Juventud, Yesenia Moyano.
