Es sobre lo que ha informado la edil de Medio Ambiente, Amparo Crespo, quien ha indicado que el Consistorio lleva diez años con esta serie de actuaciones, tiempo en el que se han capturado unas 100.000 palomas.
Estas actuaciones se hacen necesarias ante el gran número de palomas que hay en Valdepeñas debido a distintos factores como la existencia de un silo de cereales junto a la Avenida de las Tinajas, fuente de alimentación para estos animales, así como las numerosas bodegas abandonadas donde las palomas se cobijan de sus depredadores.
De esta forma, el Ayuntamiento ha instalado numerosas jaulas en las azoteas de edificios tanto públicos como privados, como Valcentro o en bodegas A7. También se instalarán próximamente más jaulas en la azotea del edificio del Ayuntamiento o en el silo de cereales de la Avenida de las Tinajas. Se trata de jaulas en las que hay comida y agua, lo que llama a las palomas que, después de entrar ya no pueden salir.
Además, se han abierto de nuevo los palomares de la Iglesia de la Asunción donde se han colocado unas mallas para que las palomas entren en busca de alimento y agua y no puedan volver a salir.
Crespo ha explicado que las palomas que se capturan se destinan a cetrería y al adiestramiento de aves rapaces para que los ejemplares jóvenes aprendan a cazar palomas.
Pero no siempre es fácil que las palomas entren en las jaulas, algo que viene determinado por la época del año. Entre los meses de junio a septiembre las palomas buscan su alimento en el campo, por lo que no tienen necesidad de entrar en las jaulas. La época más propia para capturarlas con este sistema es a partir de septiembre.
Igualmente, no siempre es posible colocar jaulas en las azoteas o patios de los edificios. En este caso se opta por dispersalas mediante rapaces. Es el caso de la plazoleta Balbuena. Y también se han instalado pinchos en las cornisas o ventanas de algunos edificios como en la calle Escuelas o en el antiguo edificio de la comisaría de la Policía Nacional.
Junto a esto, el Ayuntamiento cuenta con unos búhos que también prestan a los particulares que los solicitan que, mediante sonidos o movimientos, son muy eficaces para dispersar a las palomas.
Por último, la concejal de Medio Ambiente ha lamentado que en las últimas semanas se hayan encontrado numerosas palomas muertas en el parque Cervantes con síntomas de envenenamiento. Crespo ha querido dejar claro que el Ayuntamiento no es responsable de estas acciones y ha hecho un llamamiento a los posibles autores para decir que esta acción está prohibida por el riesgo que conlleva para la cadena trófica y cuenta con su correspondiente sanción. "Estamos investigando estos casos y si damos con los autores incoaremos el correspondiente expediente", ha añadido Crespo.
