Según el arqueólogo, "en 2010 me intentaron expulsar, abriéndome expediente de expulsión por dañar la imagen de sus dirigentes. Yo alegué que la imagen se la dañaban ellos solos; que no hacía falta que yo lo hiciera. Gané las alegaciones y la agrupación socialista de Valdepeñas no pudo expulsarme".
También añade que "una vez sucedido eso dejé de abonar las cuotas, cosa indispensable para ser afiliado".
Además, Benítez de Lugo señala que "como de diferentes formas (y aún hoy) han venido diciendo que soy su afiliado, me vi en la necesidad de remitirles un duro burofax, con el fin de que quedara testimonio que no estoy con ellos. Aún así el alcalde sigue diciendo que milito en su partido. Ignoro con qué fines pronuncia esas nuevas mentiras. No sólo no lo hago, sino que combato sus acciones corruptas y planteamientos obsoletos con energía".
