Esto supone la llegada de personas temporeras, tanto extranjeras como de otros puntos de nuestro país, que buscan en estos días una oportunidad de trabajo en el campo, que alivie el agobio que supone vivir con pocos recursos. Una oportunidad que debe llevar aparejada la dignidad de las condiciones laborales.
Este año, a pesar de los escasos apoyos institucionales que se tienen, Cáritas va a seguir prestando ayuda a las personas temporeras que lleguen, en la medida de nuestras posibilidades, ya que desde esta institución entendemos que en tiempos de crisis al que más hay que apoyar es la que menos tiene.
Cáritas no puede permitir que existan condiciones de trabajo indignas y degradantes, que reduzcan y rebajen a la persona temporera que se desplaza a realizar una labor agrícola, a ser un mero instrumento de lucro.
Por estos motivos, Cáritas reclama que la falta de justicia social y los recortes que se están produciendo están mermando los derechos de todos, especialmente de los más empobrecidos, que ven en muchas ocasiones como se va minando la dignidad en las condiciones de trabajo y su dignidad como persona.
El trabajo de Cáritas
Durante la campaña de trabajadores temporeros de vendimia, Cáritas Interparroquial de Valdepeñas, organiza en coordinación con otras instituciones locales y ONG,s la atención a estas personas, a las que acoge y da respuesta a sus necesidades básicas, tales como alimentación, aseo personal, ropa o calzado. De igual manera escucha los problemas que estas personas plantean: situaciones de abuso, de precariedad de las condiciones de trabajo, de falta de alojamiento… al tiempo que se informa y asesora sobre las situaciones planteadas y los recursos locales existentes.
La reforma sanitaria
La reciente reforma sanitaria que se ha producido en España y que se recoge en el Real Decreto Ley 16/2012, de 20 abril, preocupa a Cáritas por el impacto y las consecuencias que pueden provocar en numerosos ciudadanos.
Actualmente, se les ha limitado el acceso a la asistencia sanitaria básica a algunos colectivos, que únicamente podrán recibir la atención médica por la vía de la urgencia hospitalaria. En concreto, se trata de los españoles mayores de 26 años que no están, ni han estado de alta en la seguridad social, los ciudadanos Comunitarios que no tengan autorización de residencia en España, medios económicos o seguro privado de salud, éste es el caso de personas rumanas o búlgaras que vienen a trabajar y no lo hacen a través del contingente, así como ciudadanos extracomunitarios en situación irregular.
Esta normativa que entra en vigor el 1 de Septiembre de 2012, preocupa a Cáritas, ya que coincide con los trabajos de temporada en nuestra provincia y se desconoce cómo van a ser atendidas estas personas por la vía de urgencia, en caso de que se produzca algún accidente o enfermedad.
Por último, Cáritas recuerda que hay justicia con las personas temporeras cuando se les realiza un contrato de trabajo, se les paga un salario acorde al convenio del campo y se les proporciona un alojamiento que reúna las condiciones mínimas de habitabilidad.
Añade que hay justicia cuando se les proporcionan las herramientas de trabajo adecuadas, cuando se les procura el descanso necesario y cuando se les brinda el acceso a una sanidad básica. En definitiva, hay dignidad en las condiciones de trabajo cuando el empleador es justo con la persona temporera.
