Es lo que ha señalado el presidente de esta institución, Carmelo Imedio, quien ha hecho balance del pasado año.
Así, ha indicado que el perfil de las personas que se acercan hasta Cáritas para solicitar ayuda ha variado un poco en los últimos meses, ya que muchos inmigrantes han regresado a sus países de origen y ahora hay más familias españolas que necesitan ayuda. “Cáritas es el último recurso para personas que jamás imaginaron tener que recurrir a una institución como ésta porque siempre se ha asociado a pobreza extrema o exclusión social”, ha indicado Imedio.
No obstante, el presidente de Cáritas ha alertado sobre la gravedad de la situación ya que las personas que ahora solicitan ayuda de esta institución “son vecinos nuestros, que viven en nuestro bloque, a los que hemos saludado y a por los que nos hemos interesado alguna vez”.
Así, las personas que más solicitan ayuda son jóvenes que empiezan a formar una familia, adultos que después de muchos años de trabajo ahora están en el paro o mujeres con cargas familiares.
Es por ello que Imedio ha hecho un llamamiento a la ciudadanía “para que aquéllos que lo estén pasando verdaderamente mal vengan a pedirnos ayuda porque desde Cáritas les vamos a ayudar en todo lo que podamos para que no pasen por una situación de carencia extrema”.
Números con Rostro 2012
Cáritas Interparroquial de Valdepeñas atendió en el 2012 a 169 familias dentro del Programa de Atención a Familias.
Un total de 71 mujeres participaron en diversos talleres organizados por Cáritas y 238 inmigrantes fueron atendidos dentro del Programa de Inmigración.
Dentro del Programa de Atención a Sin Techo, Cáritas atendió el año pasado a 276 personas, mientras que ofreció sus servicios a 234 temporeros en época de vendimia.
Además, se atendieron 226 demandas dentro del servicio de empleo, de las que 42 mujeres consiguieron un empleo como empleadas de hogar.
Así, Cáritas tramitó en 2012 un total de 4.387 ayudas. Para ello necesitó 42 voluntarios, dos trabajadores sociales y una cocinera.
Igualmente, contó con 52.273 euros procedentes de fondos públicos y con 103.634 euros de fondos propios procedentes de colectas, de socios y de donativos. De estas cifras se destinaron 20.805 euros a familias españolas; 24.059 euros a proyectos de inmigración; 32.112 euros a personas sin techo; 3.617 euros a temporeros; 3.965 euros a formación de voluntariado; 1.965 euros a diversos talleres; 3.600 euros a la Casa de Siloé; 2.075 euros al Hogar de Nazaret; y 4.275 euros a programas de sensibilización y apoyo.
